Muchos transeúntes y vecinos, que se escandalizaban meses atrás al observar los vestigios de un asalto en la tienda Orange de la Rambla de Francesc Macià, se encogen de hombros ahora ante la detección de otro robo, ante los destrozos provocados por ladrones en ese establecimiento. Tal es la desgraciada costumbre de ver ese comercio castigado una y otra vez. El sábado pasado, la enésima, con el procedimiento del "alunizaje".
Un grupo de delincuentes asaltó el local en la madrugada. Como en las anteriores ocasiones, como siempre. Faltaban unos cinco minutos para las dos cuando se oyó el acostumbrado estrépito de cristales rotos. Los ladrones reventaron la luna del escaparate, que tiraron al suelo con sus embates, ejecutados, según fuentes próximas a la investigación, con un coche. Derribado el obstáculo de vidrio, y la estantería colocada justo detrás, los malhechores irumpieron en el establecimiento para saquearlo.
Especialistas en esos quehaceres en este tipo de locales comerciales de telefonía, actuaron con suma rapidez, cargando el botín y trasegándolo hacia el exterior para introducirlo en el vehículo que habían utilizado de ariete delictivo. No tenían tiempo que perder, pues seguramente la policía andaría ya de camino hacia Sant Pere Nord.
Los delincuentes consiguieron escapar con unos cuantos teléfonos móviles; el número de dispositivos robados no ha trascendido. Se presume que el automóvil con los asaltantes se escabulló por la Rambla de Francesc Macià para girar por la avenida del Vallès en dirección a la autopista. Llegaron unidades policiales. Los saqueadores ya no estaban allí. Allí sólo quedaban los efectos del estropicio de un robo con fuerza más.
Agentes de la policía científica inspeccionaron el local en busca de pistas sobre los ladrones. A media mañana la puerta (el hueco, en realidad, dejado por la luna tumbada) aún lucía las cintas con que los Mossos d’Esquadra la acordonaron. Al mediodía, el establecimiento ya tenía colocado un vidrio nuevo. La desgraciada costumbre.
Investigación
Los investigadores, del Àrea d’Investigació Criminal de los mossos, averiguan si este asalto último tiene vínculos con otros de análogo sesgo perpetrados en otras localidades. O quizás con otros cometidos en el mismo sitio, en el Orange de la Rambla de Francesc Macià, en el que unos ladrones perpetraron un robo con fuerza a finales de mayo pasado.
Y en octubre del año anterior, también empotrando un coche contra al aparador. Y diecisiete días después de ese robo de octubre. Y el 4 de diciembre. A veces a golpes de maza, a veces con el método del "alunizaje", a veces simplemente forzando la cerradura con una herramienta, haciendo palanca.