Algo en aquella actitud suya despertó la atención de unos policías, que se acercaron al sospechoso para una identificación preventiva que acabó, luego del registro pertinente, con el individuo en los calabozos por tenencia de drogas para el tráfico. Eso afirma el Ministerio Fiscal, que acusa al sujeto de un delito contra la salud pública y solicita una pena de cinco años de prisión y una multa de tres mil euros. Llevaba encima, según la acusación, cuarenta papelinas de cocaína en una caja de colonia.
Eran las ocho de la tarde del 20 de mayo del 2013 cuando el procesado, que tiene 29 años, se encontraba en la calle del Doctor Calsina, en el barrio de Sant Pere Nord. Acaso algún gesto huidizo, algo en su conducta, activó las sospechas de unos agentes de los Mossos d’Esquadra, que lo identificaron.
Los policías procedieron el cacheo del individuo y abrieron su mochila. Dentro había, según el fiscal, una papelina de coca con un peso neto total de 0,15 gramos y una pureza del 23 por ciento, y dos envoltorios más con 1,03 gramos de la misma sustancia y una pureza del 28 por ciento. El grueso de la cocaína decomisada se encontraba en una caja de colonia, donde los mossos hallaron una bolsa con cuarenta papelinas: 19,30 gramos, coca con 25 por ciento de pureza.
Registro
Los Mossos d’Esquadra pidieron al juzgado de guardia, a la sazón el juzgado de instrucción número 1 de Terrassa, que autorizase el registro del domicilio, ubicado en el mismo barrio. Obtenida en unas horas tal autorización, la comisión policial y judicial entró en dicha vivienda al día siguiente, el 21 de mayo, a las 4.45 de la tarde.
Según el Ministerio Fiscal, los agentes requisaron en el domicilio 480 euros "provenientes de la actividad ilícita del acusado", tres bolsas de plástico cortadas y cinco trozos de plástico, cuatro teléfonos móviles y una báscula de precisión con restos de polvo que contenía cocaína y sustancias relacionadas con el cannabis.
La Audiencia Provincial de Barcelona ha señalado para hoy el juicio en su sección 21. El fiscal reclama, en sus conclusiones provisionales, una pena de cinco años de prisión para el procesado, considerado autor de un delito contra la salud pública "en su modalidad de sustancias que causan grave daño para la salud". Y pide también que el tribunal le imponga una multa de 3.000 euros.