Fue un pintor de culto, muy apreciado por un reducido número de seguidores (no tan reducido en Alemania, donde durante unos veinte años vendió la mayor parte de sus obras, a través de la galería Buchholz de Munich), pero desconocido por un público más amplio, que habría apreciado su trayectoria y el estilo propio, inconfundible, de su trabajo. Manel Molí i Torrelles (la Portella, Lleida, 1936-Terrassa, 2016, terrassense desde los 13 años), y el personalísimo mundo que desplegó en su arte, cargado de significado y de contenido simbólico, está aún, en buena parte, por valorar, estudiar, descubrir, y a ello, además de rendirle homenaje, quiere contribuir la exposición que Amics de les Arts inaugura mañana de uno de los artistas más singulares, quizá de los más grandes, que haya dado la ciudad.
"Molí 1935-2016" presenta en la sala Salvador Alavedra unos treinta cuadros, representativos de las diversas épocas del artista, salvo las primeras. "Nuestra intención no era hacer una gran retrospectiva, que queda pendiente para más adelante, y en Barcelona", señala Salvador Mourullo, que ha comisariado la exposición, coordinada por Xon Utset. "Sencillamente hemos seleccionado piezas que estaban al alcance, y que eran buenas."
Son óleos cedidos por los coleccionistas Miquel Llonch, Francesc Mestre, Jordi Planas, José Raya y el propio Mourullo, y la viuda del artista, Carolina. La exposición se completa con unos cincuenta dibujos, presentados en carpetas, que estarán a la venta. Los aporta Francesc Mestres, propietario de la galería Adrià de Barcelona, que puede considerarse el descubridor de Molí, a principios de la década de 1970, y, en menor parte, su viuda.
Un imaginario personalísimo
De "surrealista expresionista de fuerte componente irónico" fue calificado Molí en alguna ocasión, y quizá sea una acertada definición de su personalidad artística. Hijo de una familia de payeses, sin estudios de ningún tipo, era un adolescente cuando comenzó a trabajar de tornero, y a dedicar al dibujo sus escasas horas de ocio. Sus primeras exposiciones las hizo en 1959 y 1965 en el Centre Excursionista de Terrassa, y ya despertaron interés.
En 1971 la galería Adrià de Barcelona le compra toda su obra, y le monta una exposición en Sitges, a partir de la cual se dedicará al arte a tiempo completo. Vecino del barrio de Pere Parres, Molí, hombre de carácter reservado, hizo poca vida social en el mundo del arte. De lunes a viernes, trabajaba con gran dedicación, y los fines de semana los dedicaba a uno de los motivos protagonistas de sus obras la naturaleza (con estancias en Salo, la localidad que inspiró a un escritor con cierto paralelismo con su visión del mundo, Eduard Girbal i Jaume).
"Manuel Molí nos deja un personalísimo imaginario visual donde encontramos rastros de Hieronymus Bosch y otros exponentes de la pintura holandesa, o también de las figuraciones de tipo surreal del gran Joan Ponç, Antoni Tàpies o Modest Cuixart, referentes del arte catalán del siglo XX", señala Joan Alcaraz, en "Molí, el món lúcid", uno de los textos del catálogo.
Un arte de denuncia
Y más allá de su opción y su evolución estética, en las obras de Molí es importante el "clamor de denuncias sociales e ideológicas" (en feliz expresión de Baltasar Porcel, que escribió sobre el artista terrassense) que siempre está presente. Un contenido crítico (contra la injusticia, las instituciones opresoras) subrayado por la representación grotesca de personajes y escenas, que siempre mantuvo, y que le trajo sus problemas. Una de sus primeras exposiciones en la galería Adrià de Barcelona incluía un cuadro con la figura de un militar eviscerado. Alguien pensó que aquel personaje de una obra de Molí le recordaba al general Franco, y el responsable de la sala fue llamado a declarar ante el Tribunal de Orden Público. La intervención de Cesáreo Rodríguez-Aguilera, crítico de arte y juez, parece ser que fue decisiva para que galerista y artista no acabaran en la cárcel.
LOS DATOS
Exposición: "Molí 1935-2016"
Sala: Amics de les Arts (c/ Teatre,2)
Inauguración: Mañana, a las siete de la tarde
Fechas: Del 18 de febrero al 9 de marzo
Horario: De martes a domingo, de 6.30 a 8.30 de la tarde