Terrassa

ERC quiere abrir un debate sobre el modelo deportivo de la ciudad

El grupo municipal de ERC-MES quiere que la política deportiva vaya más allá de la gestión del día a día. Quiere reflexionar sobre el presente, pero también poner las luces largas y planificar el futuro. En definitiva quiere abrir un debate amplio, que contemple todas las aristas e involucre a todos los implicados, para redactar un plan estratégico del deporte en Terrassa.

El deporte en la ciudad, a pesar de que mueve a miles de personas y es la dedicación principal de más de 150 entidades, no es un tema motivo de debate, ni en el ámbito político ni de gestión, constató el líder de ERC-MES, Isaac Albert. La política deportiva apenas ocupa tiempo en las comisiones informativas u otros órganos del Ayuntamiento. Esquerra quiere darle protagonismo. Es buen momento para hacerlo, considera, aprovechando el 25 aniversario de la elección de Terrassa como subsede olímpica de los Juegos de 1992.

El concejal Pep Forn explicó los puntos más importantes de la propuesta de resolución que presentarán en el próximo pleno. En primer lugar, proponen que se inicie un proceso de reflexión que aborde dónde está la ciudad a nivel deportivo y “hacia dónde queremos ir”. En segundo lugar que un grupo de expertos (entre los que estarían gestores deportivos, teóricos de la gestión, deportistas, entidades, etc) sitúe las necesidades del sector y, en tercer lugar, que se redacte, de forma consensuada, un plan estratégico que se concrete en un plan de acción, para que esta hoja de ruta no quede en un estadio puramente teórico, del que se pueda realizar un seguimiento.

Herramienta para la inclusión
Forn comentó que el camino que propone recorrer la formación incluye pasar por una reflexión acerca de los equipamientos que tiene la ciudad (de todos, incluyendo parques, patios e instalaciones privadas), plantear la utilización del deporte como una herramienta de inclusión social, debatir sobre cómo aumentar la práctica deportiva en la ciudad o sobre cómo situar el deporte femenino al mismo nivel que el masculino. En resumen, un “proceso de reflexión amplio que nos ayude a situar dónde queremos estar a nivel deportivo”, explicó Forn.

La diagnosis y posterior redacción de la hoja de ruta participativa permitiría “involucrar a las entidades en la gestión de la política deportiva”, un ámbito que siempre levanta suspicacias y es motivo de queja de muchas entidades, que no se sienten bien tratadas. El proceso, considera Albert, ayudaría a acabar con la “opacidad histórica de le gestión deportiva” y a que todos los implicados entiendan “qué hacemos y hacia dónde vamos”.

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