Terrassa

A juicio una banda de ladrones acusada de asaltar con violencia a conductores

Son siete, cuatro hombres y tres mujeres, la mayoría con antecedentes penales. Y en breve, si hoy se celebra el juicio, como está previsto, y si la Audiencia Provincial los condena, tendrán antecedentes todos. Los siete, los acusados de integrar una banda criminal especializada en asaltar a conductores, en ocasiones con violencia.

Un delito de jefatura de organización criminal, catorce de robo con violencia e intimidación, uno de robo de coche, uno de falsedad en documento, cuatro delitos contra la seguridad vial, una falta de hurto, dos delitos de atentado y uno continuado de receptación. Esa es la lista de infracciones penales que el Ministerio Fiscal atribuye sólo al principal acusado, al considerado cabecilla de la trama que, al menos desde finales del 2013, y hasta julio del 2014, ejecutó una razia de asaltos en diversos puntos de Catalunya, con especial querencia por la AP-7 y por los turistas, por aquello del botín sustancioso y las dificultades para la denuncia. El fiscal pide para el presunto líder de la banda más de 80 años de prisión.

El método usado por los "pisteros", como son conocidos en el argot policial: circulaban en coches de alta gama (robados) y elegían el vehículo a asaltar; tiraban piedras contra el automóvil de las víctimas, que se sentían desconcertadas y temían haber sufrido una avería en su coche. Los malhechores se colocaban al lado, indicaban a las víctimas que tenían algún problema en la parte posterior del vehículo, o una rueda pinchada, y las obligaban a parar. Ponían su automóvil delante para evitar la marcha rápida de las víctimas. Un ladrón las entretenía mientras otro vaciaba el coche de pertenencias. Eso, cuando todo iba bien para los delincuentes. Cuando la cosa se torcía, cuando el objetivo no paraba, no tenían reparos en cerrarle el paso. Tampoco los tenían a la hora de emplear la violencia si era necesario para consumar el latrocinio.

Según el fiscal, el 13 de abril del 2014 robaron un automóvil en una gasolinera de la avenida de Santa Eulàlia, donde el dueño del coche ponía gasolina. Las llaves estaban en el contacto. Un tipo se acercó al conductor y le hizo varias preguntas. Otro se metió en el coche y lo arrancó, y el sujeto de las preguntas se metió también en el vehículo. Y se llevaron el Audi A3.

La banda dio otro golpe en Terrassa el 17 de abril del 2014, cuando robó un Lexus IS 300h en la avenida del Tèxtil. El conductor oyó un fuerte golpe en la parte de atrás del coche y tres individuos se acercaron en otro vehículo. Uno de ellos le hizo aspavientos, indicaciones sobre algo que ocurría en el automóvil, para que la víctima se apease. Y se bajó, y otro de los malhechores ocupó su sitio. El hombre quiso impedir el robo pero el saqueador que le había distraído le propinó un empujón.

En Roc Blanc robaron placas de matrícula con las que sustituyeron las de otro turismo, y lo mismo hicieron en Can Jofresa y en el polígono de Colom II. Una vez arrojaron una piedra al coche particular de un mosso que había abortado una de sus operaciones en la AP-7. En otra ocasión las víctimas, asaltadas en esa misma autopista, salieron en persecución de los ladrones y ambos coches colisionaron en Barcelona. Y otra vez los saqueadores huyeron de los mossos tras embestir un coche policial y esgrimir un arma. Un agente disparó al vehículo de los malhechores, pero el grupo escapó. El 11 de julio del 2014, luego de otra alocada huida de la policía, la banda fue cazada al quedar atrapado su coche en un operativo de los mossos junto a una salida de la autopista.

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