Terrassa

Quinta reparación para consolidar el talud de la C-16

Los presupuestos de la Generalitat reservan 350 mil euros para la enésima reparación del talud situado en la salida de la autopista C-16 hacia la carretera de Martorell (C-243c). Los técnicos de los Serveis Territorials de Carreteres se disponen a quemar el que esperan sea el último cartucho en la batalla que libran desde hace más de una década contra el subsuelo de la zona de Vista Alegre. El terreno, compuesto por arcillas y plagado de minas subterráneas, se revela contra las laderas artificiales que diseñan los técnicos que acaban convirtiéndose en pendientes escurridizas.

El problema cobra especial relevancia en la salida de la C-16 al tratarse de un talud compuesto en su última versión por grandes rocas  que deberían ejercer como elemento de contención, pero que quedan a merced del balanceo del suelo en épocas de lluvias.

"El talud presenta un problema de consolidación -explica Xavier Flores, director general d’Infraestructures de Movilitat de la Generalitat- por la falta de drenaje del agua de lluvia, que se acumula en el subsuelo". Los técnicos autonómicos siguen detectando "movimientos de tierra ligados a intensos episodios de lluvia, que en caso extremo pueden afectar a las rocas".

La actuación presupuestada para 2017 tiene como objetivo acabar de consolidar el talud y protegerlo. También está previsto construir una cuneta y reparar el dique, deteriorado por los deslizamientos. El proyecto contempla la siembra del terreno para que las raíces de la vegetación consoliden el terreno y eviten deslizamientos.

La administración autonómica espera licitar las obras en breve para poder ejecutarlas durante el año en curso. Será como mínimo la quinta intervención en un talud que se revela contra la ingeniería y que lleva de cabeza a los técnicos de infraestructuras viarias.

El talud sobre el que se actúa tiene un altura de unos 30 metros y unas características geotécnicas complejas. La prueba es el número de intervenciones sobre el terreno -como mínimo 5- y el presupuesto destinado a la reparación, que acumula un gasto superior a 1,6 millones de euros, incluida la última reparación prevista para el próximo año.

La factura más alta corresponde a la actuación llevada a cabo en 2011, cuando ante la imposibilidad de frenar el movimiento de la ladera rocosa, los técnicos decidieron "forrar" el talud con una malla bullonada armada con anclajes que aseguraban en agarre de la estructura al suelo. Se instaló una primera red de sujeción y la segunda, que sustituía a la primera deteriorada, costó 760 mil euros. La obra incluía mejoras en el drenaje, nueva hidrosiembra y salió a concurso por casi un millón de euros.

A lo largo de los últimos años la administración autonómica ha invertido distintas partidas en la solución del problema, que amenaza con exigir intervenciones periódicas. En 2004 se destinaron 120 mil euros, en 2007 fueron 436 mil, en 2011, 760 mil y en 2017 serán 350 mil mas.

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