El juez que lleva el doble crimen de los agentes rurales en Aspa (Lleida) ha citado como investigado al amigo del cazador que disparó a los dos guardas, como “cooperador necesario” en un delito de tenencia ilícita de armas, por dejarle la escopeta pese a saber que no tenía licencia.
Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, el titular del juzgado de instrucción número 4 de Lleida, que mantiene en prisión provisional al autor confeso del doble crimen, ha citado para finales de febrero, como “cooperador necesario” en un delito de tenencia ilícita de armas, al amigo que le cedió al cazador la escopeta con la que mató de cuatro disparos a los dos agentes.
El juez también ha citado a mediados de este mes, en este caso en calidad de testigos, a cuatro cazadores que estaban junto al autor del doble crimen en el coto de olivos de Aspa, así como a otros dos testigos, en este caso a finales de mes.
En un trámite administrativo paralelo, la Guardia Civil también ha abierto un expediente por infracción grave por negligencia en la custodia de armas, que podría acarrear la revocación de la licencia, al amigo del autor del doble crimen, que semanas antes le había transferido la escopeta que utilizó para disparar a los guardas.
En el marco de este expediente administrativo, la Guardia Civil ha tomado ya declaración al amigo del cazador, que se enfrenta a una sanción que podría suponer la revocación de la licencia de armas por negligencia en la custodia de la escopeta, ya que fue utilizada por una persona que no tenía el permiso en regla.
El detenido por el doble crimen de Aspas (Lleida), Ismael R.C., transfirió tres escopetas a este amigo -entre ellas la “Benelli” que utilizó para matar a los dos rurales- en noviembre del pasado año, cuando le caducó la licencia de armas tipo E, de caza menor.
El amigo, también cazador, afronta una posible revocación de la licencia de armas por infracción grave en la ley de seguridad ciudadana, por negligencia en la custodia de estas escopetas, ya que era su responsabilidad que no las utilizara nadie que no tuviera el permiso en regla.
El juez que investiga el caso sostiene que Ismael R.C. decidió poner el arma con la que cometió el crimen a nombre de este amigo, también cazador, y con licencia en vigor, para no tener que entregarla al depósito de armas de la Guardia Civil.
De hecho, una semana después de que expirara su licencia de armas de caza menor, Ismael R.C, requerido por la Guardia Civil, acudió a la Inspección de Armas para entregar en el depósito una de sus cuatro escopetas y transferir las otras tres -entre ellas la que usó en el crimen-, a su amigo.
Para poder ceder un arma entre cazadores, por un periodo máximo de quince días, se tiene que firmar un documento interno, que sirve como autorización, en el que debe constar la fecha y la firma de ambos, y el dueño tiene que comprobar que el destinatario dispone de la licencia necesaria.
En el caso del autor del doble crimen, Isamel R.C. tenía vigente la licencia de armas de caza mayor -tipo D-, pero le había caducado en noviembre de 2016 la de armas de caza menor -tipo E-, lo que le invalidaba para utilizar escopetas como la que usó para disparar mortalmente a los dos agentes rurales.
De hecho, Ismael R.C. inició pocos días antes del doble crimen el proceso para renovar la licencia de armas, en un trámite en el que aportó el preceptivo certificado médico psicotécnico, expedido por un centro homologado por la Generalitat, que le calificaba como apto.