Terrassa

Conducía ebria, con las ruedas pinchadas y sin carné en vigor

Iba hasta los topes de alcohol, cuadruplicando la tasa máxima permitida, y al volante de un coche con las ruedas pinchadas. Y sin carné de conducir, pues le había sido retirado por un juez. La Policía Municipal no sólo abrió diligencias penales a la conductora. La llevó a los calabozos, arrestada.

La pillaron unos agentes el sábado, a las dos de la madrugada. Varios testigos contactaron con el cuerpo local para alertar de un coche manejado por una persona en estado de ebriedad. Iba dando bandazos por la avenida de Barcelona.

Una dotación de la Policía Municipal encontró el coche en la calle del Doctor Aymerich i Gilabertó, en Ca n’Anglada, muy cerca de la citada avenida. El vehículo tenía las ruedas pinchadas. Lo pararon y pronto apreciaron en la conductora síntomas obvios de intoxicación etílica que las pruebas de alcoholemia constataron poco después. La primera, estimativa, ya arrojó un resultado de 0,99 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. La mujer tuvo que soplar en el aparato de precisión, una vez trasladada a la Jefatura, y los niveles aumentaron en esos tests: 1,15 miligramos dio en uno, y 1,02 en otro. La situación se complicó para la infractora cuando los guardias comprobaron que una orden judicial le había retirado el permiso de conducir.

En su actuación había concurrido, pues, un concurso de delitos contra la seguridad del tráfico, por lo que la policía la detuvo, e inmovilizó el automóvil.

Otra mujer fue imputada unas tres horas después, luego de estrellar su coche contra una furgoneta en la intersección de la calle del Doctor Ferran con la Rambla de Francesc Macià, en Sant Pere Nord. Las pruebas de alcoholemia arrojaron tasas de 0,77 y 0,71. La policía abrió diligencias penales esa misma madrugada al conductor de un vehículo al que unos agentes locales vieron salirse de la vía en la calle del Pantà, en el Centre. Los agentes siguieron el coche y lo vieron circular haciendo "eses". En la calle del Teatre lo interceptaron. El individuo acabó imputado, pues los niveles de su alcoholemia eran constitutivos de delito: 0,78 en una prueba y 0,67 en otra.

Una motorista
Casi al mismo tiempo, unos policías observaron a una motorista circulando de extraña forma por la calle del Portal Nou (Centre). Aceleraba, frenaba, transitaba de lado a lado de la calle. Estaba embriagada, según los resultados de los tests: 0,80 y 0,75 miligramos.

Más altos fueron los niveles mostrados por el conductor de un turismo interceptado el domingo, a la 1.30 de la madrugada, en la calle de Ibáñez de Aldecoa (Les Arenes-La Grípia-Can Montllor). El infractor multiplicó por cuatro los niveles máximos permitidos en la conducción: arrojó un resultado de 1,04 en una prueba y otro de 1,01 en la segunda.

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