Se llama Kevin Ballesteros, vive en Can Parellada y está en paradero desconocido. Tiene 15 años, es robusto y moreno. Mide 1,75 y la última vez que se supo de él vestía chaqueta azul con franjas verdes pistacho. La familia del joven ha interpuesto la denuncia pertinente.
Los Mossos d’Esquadra investigan el asunto desde que supieron de la desaparición. La familia de Kevin ya dio aviso a la policía el domingo por la noche y unos agentes se presentaron en la vivienda . El menor había dormido en casa de un amigo y no regresó a su hogar cuando lo esperaban.
Sin embargo, el lunes por la mañana un amigo y un tío de éste lo dejaron en Can Parellada, según cuenta el padre del desaparecido, Francisco Ballesteros. El progenitor llama al teléfono móvil de su hijo, pero el dispositivo está desconectado.
Colaboración
En su barrio lo vieron varios vecinos ese día, el lunes, pero el muchacho no aparece. No había aparecido, al menos, hasta ayer por la noche. La familia buscó colaboración por varios medios y las redes sociales y las aplicaciones de mensajería en móviles estaban colmadas de mensajes.
La noticia corrió tanto en sectores relacionados con la seguridad ciudadana como en el ámbito municipal y de servicios como el taxi. Dentro y fuera de Terrassa, mucha gente se puso manos a la obra para ayudar a la familia del chico.
Al cierre de esta edición los Mossos d’Esquadra del Àrea Bàsica Policial (ABP) de Terrassa seguían indagando en el entorno de amistades del chico para dar con él.