La estética de Beatles impregna The Cavern Rock Club, una sala que se ha incorporado hace relativamente poco al circuito de salas de concierto de nuestra ciudad, con una oferta en la que se alternan las bandas de versiones con las de temas propios, ganando las primeras en cantidad.
La sala rizó el rizo el pasado domingo a su oferta, albergando una propuesta de la productora Ramalama Producciones, una empresa de Sabadell especializada en organizar conciertos de tributo y que ha visto en Terrassa muchas posibilidades para acercarse al público familiar.
Tal como ya se ha podido comprobar en otras ocasiones en nuestra ciudad, los conciertos de tributo a bandas referenciales (como Beatles) resultan a menudo el combinado perfecto para hacer las delicias de los más pequeños y para no aburrir a los mayores, aunque no siempre la fórmula resulta ser un éxito. Quienes tienen muy por mano este tipo de espectáculos son los Abbey Road, con su Beatles For Kids merecedor de uno de los premios Arc del año pasado.
Y pese a que los Beatles son el principal referente de The Cavern, no fueron estos sino U2 los homenajeados en el primero de los conciertos familiares, y matutinos, celebrados en la sala.
Sala engalanada
La sala se engalanó para la ocasión, con decenas de globos con colores de la bandera irlandesa y un pica-pica muy atractivo para los más pequeños. La presencia de una animadora que invitó a colaborar a un público infantil, en el que abundaron los niños muy pequeños, le dio el contrapunto a un directo de más de una hora de duración que se alimentó de canciones de varias de las épocas de la banda irlandesa, interpretadas con la máxima fidelidad.
No faltaron clásicos de las primeras épocas de U2 tales como "Out of control" o "I Will Follow" (del álbum "Boy"), "I Still haven’t Found What I’m Looking For", "Pride" o "Angel of Harlem" (de "Rattle and Hum") o el "Sunday Bloody Sunday" del ábum que catapultó a U2 a la fama mundial, "War." A éstas se añadieron otras más nuevas y no faltó un recuerdo a "The Joshua Tree", álbum del que se conmemora el 30 aniversario en este 2017.
En cualquier caso, todas las piezas se interpretaron con la máxima fidelidad, evocando el sonido característico de la guitarra de The Edge o la seductora voz de Bono, así como sus gafas de sol o su pose de estrella, que atesoró desde el principio. Los más pequeños tuvieron su espacio de protagonismo, y especialmente, los propios hijos de los protagonistas del concierto.
Victor Perez (batería), Jaume Carretero (voz), Jordi Llongueras (guitarra y coros) y Ariadna Zorrilla (bajo y coros). Domingo, 22 de enero. Caven Rock Club.