La concejal Lluïsa Melgares defiende la necesidad de un mecanismo como la expropiación temporal para remediar un problema que está poniendo contra las cuerdas a muchas ciudades, entre ellas, Terrassa. "No es una locura ni es de ser populistas utilizar la expropiación para poner orden en la ciudad porque los pisos vacíos dañan la cohesión social", remarca.
La edil considera que se ha tenido que recurrir a medidas como la expropiación del uso o las multas porque "los grandes propietarios no quieren poner sus pisos a la venta, a la espera de especular y obtener mayores beneficios". Hasta aquí se ha llegado, añade, después de que hayan fracasado los intentos de negociar. "Llevamos desde el 2011 negociando con la banca con un éxito muy pobre. Apenas hemos podido firmar dos convenios. Sin medidas coercitivas no tienen voluntad de solucionar el problema", afirma.
La edil se muestra "muy preocupada" por las ‘ocupaciones’ de pisos porque "ponen en riesgo a quien ‘ocupa’ y al vecindario" por la precariedad de la propia vivienda y de los suministros. Señala que estas ‘ocupaciones’ se están haciendo "con el consentimiento tácito" de los bancos, que "toleran" esta situación.
El Ayuntamiento confía en que la medida haga descender las ‘ocupaciones’ y anuncia que trabajarán en planes comunitarios con las familias realojadas en los pisos expropiados para ayudarlas a salir de la pobreza.