Terrassa

Faktoria d’Arts se despide cerrando las puertas el sábado

Era una muerte anunciada pero, no por ello, la noticia será menos triste para el público que durante más de 22 años ha vivido y acompañado los eventos, cambios y vicisitudes que han ido aparejados a la trayectoria de la sala Faktoria d’Arts. Joan Pérez, propietario de la marca desde el principio, tira la toalla y traspasa su local ubicado en la actualidad en La Rasa habiendo agotado las "ganas y energía" para continuar con un proyecto que se ha visto muy afectado por la crisis económica. El traspaso se ha realizado en el marco de un concurso de acreedores.

Joan Pérez ha sabido aguantar al pie del cañón los peores años de la crisis económica, con una subida del IVA cultural que ha supuesto un último mazazo a la ya maltrecha situación económica. Pero hoy, sin que se vea la luz al final del camino, se ha impuesto la necesidad de cerrar una etapa y, mal que le pese a la clientela habitual de la sala (cada vez más escasa), bajar la persiana para dar cabida a otro proyecto.

Lo que deja atrás esta sala es, ante todo, una de las programaciones de conciertos más intensas y extensas del territorio catalán, y en especial en su condición de sala de referencia de la comarca. Con todo, la buena noticia es que la filosofía de su programación se mantendrá, ya que Joan Pérez seguirá trabajando para el nuevo propietario (esta vez como asalariado) manteniendo una programación de conciertos que en los próximos meses llevará a su escenario a formaciones y artistas como la Orquesta Mondragón, Manel, D’Callaos o Ramon Mirabet.

Fiesta de despedida
El próximo sábado Joan Pérez ha organizado una fiesta de despedida de la que, de momento, han trascendido pocos detalles. Con ella se cerrará oficialmente una trayectoria que se inició un 14 de octubre de 1994, en la calle de Bruc, 28. Aquel día se inauguró el Terrassa Rock Club, el que fuera germen de Faktoria, una sala que se mantuvo activa hasta el año 2012 y por la que pasaron una inmensa lista de artistas, muchos de ellos primeros espadas de la escena musical: Manu Chao, M-Clan, Kiko Veneno, El Cigala, La Cabra Mecánica, Jarabe de Palo, Mojinos Escozíos, Mártires del Compás, Mala Rodríguez, Ojos de Brujo, Antonio Vega, Pablo Carbonell, Amparanoia y un largo etcétera.

Fueron años muy intensos en los que la sala incorporó ciclos de cine, teatro, sesiones estables de música electrónica, y otras actividades fijas de su programación que la convirtieron en un referente cultural de la ciudad.

Con todo, hacia la mitad de la primera década del siglo XXI comenzó a hacerse patente la necesidad de llevar adelante el proyecto de un nuevo local ante la certera posiblidad de que la sala de la calle de Bruc tuviera que cerrar sus puertas, tarde o temprano,por la inclusión del edificio en los planes urbanísticos de transformación de la zona. También se habían hecho frecuentes los problemas con los vecinos.

Dos mil metros
De este modo, en junio de 2007 se iniciaron las obras de adecuación de un local de dos mil metros cuadrados, ubicado en La Rasa, que ha sido el que ha abergado el proyecto hasta hoy en día. Hasta 2012 convivieron ambas salas, hasta que ese año se anunció el cierre de la sala de Bruc, que al principio debía ser provisional; pero nunca más volvió a abrir sus puertas.

La Rasa ha tomado el testigo de la sala pionera, aunque sin poder mantener el ritmo de conciertos debido a la crisis que estalló en 2010. Con todo, han sido muchos los conciertos memorables que se recuerdan, y no han faltado fieles artistas como Manu Chao o M-Clan, sumándose otros como Love Of Lesbian, Manel, Marky Ramone, Russian Red, Amy McDonald, Los Chichos, y muchos de los artistas locales de más tirón e incluso de bandas míticas como Código Neurótico.

To Top