Este año empezarán las obras de ampliación de la C-58, una de las vías de acceso a Barcelona más congestionada. De esta forma se da cumplimiento a lo prometido por el conseller de Territori i Sostenibilitat, el egarense Josep Rull, que así se lo trasladó en marzo a alcaldía. Sin embargo, la cifra que el Govern de la Generalitat destina a la obra es realmente escasa, por lo que habrá que seguir esperando a ver en funcionamiento el ansiado tercer carril.
El proyecto divide la infraestructura en tres tramos de actuación que en su conjunto implicarán una inversión de 36,7 millones de euros. Sin embargo, en los planes del Departament para este año sólo está destinar 1,4 millones, lo que apenas significa el 4% del presupuesto necesario para hacer realidad la ampliación de la C-58 entre Terrassa y Badia, una obra que la ciudad lleva reivindicando desde 1995.
La intervención que más inversión generará es el tramo Terrassa- Sabadell, en dirección Barcelona, en el que Territori destinará 840 mil euros. El proyecto constructivo de esta fase está a punto de cerrarse. El Pla Econòmic i Financer d’Infraestructures prevé en este tramo una inversión de 11,2 millones de euros, pero para este año, la partida es de 840 mil euros. La idea es cerrar el proyecto durante el primer trimestre, licitar a continuación e iniciar las obras en verano.
Tres carriles hasta Sabadell
El proyecto en este tramo consiste en ampliar a tres carriles el tronco central de la autopista desde la salida Terrassa Est-Polígons hasta Sabadell Centre; es decir entre los puntos kilométricos 12,6 y 17. Se trata de un tramo muy congestionado, registra 57 mil vehículos de media al día, a pesar de la existencia de la calzada lateral que da acceso a Can Parellada.
Aquí son habituales las retenciones, especialmente en el punto en el que los vehículos de la calzada lateral se incorporan al tronco central, justo antes del puente de Sant Quirze. La obra prevista permitirá que en todo este trazado, hasta llegar a Sabadell Centre, haya tres carriles, en lugar de dos.
Otro de los tramos donde se actuará, aunque el presupuesto aún será menor que en el anterior, es el comprendido entre el nudo de Sant Pau (la gran rotonda que da acceso al IKEA y al resto del sector comercial de Sabadell) hasta la incorporación a la AP-7, en dirección Barcelona. El proyecto contempla construir dos carriles llamados de trenzado de 1,8 kilómetros para facilitar el acceso a la AP-7 y a la B-30. En este ámbito, la C-58 registra una intensidad de tráfico de 81 mil vehículos diarios, de los que 20 mil se desvían hacia la AP-7. La obra prevista tiene un coste de 7 millones de euros, pero el Govern destina para este año sólo 540 mil euros. Con este dinero pretende finiquitar la redacción del proyecto constructivo en el primer trimestre y, al igual que en el tramo entre Terrassa y Sabadell, arrancar las obras en verano.
El tramo que va más rezagado es el único que se desarrolla en sentido Manresa, concretamente entre Sant Quirze y el enlace Terrassa Est-Polígons. El proyecto constructivo se prevé que concluya en verano y que las obras empiecen a finales de año. El presupuesto de esta actuación es de 18,5 millones, pero la partida para este 2017 apenas llega a los 74 mil euros.
La obra de este último tramo persigue mejorar el acceso a los polígonos de Can Parellada, Santa Margarida, Terrassa Est y a la carretera BP-1503 hacia Les Fonts y Rubí, además de mejorar la fluidez de la circulación en el tronco central. La actuación consiste en construir una nueva calzada lateral más amplia y larga que la actual. En la actualidad, desde Sant Quirze en adelante la autopista pasa de tres a dos carriles de circulación. Además, uno de los carriles queda retenido por las entradas y salidas del enlace Terrassa Est, de manera que el otro carril es el único que hay para absorber el tráfico que sigue hacia el norte. Lo que pretende hacer el Departament es prolongar la calzada lateral que ya hay a la altura de la gasolinera K17. Este carril, de 950 metros se ampliará unos 850 metros en dirección norte y unos 2.500 metros en sentido sur y, además, se construirá un segundo carril en la parte comprendida entre Els Bellots y Terrassa Est. La prolongación de la calzada hacia el norte implicará la construcción de un nuevo puente sobre la riera de Les Arenes de unos 130 metros de longitud.
Reparar el puente sobre la riera
Las inversiones del Departament de Territori i Sostenibilitat en la ciudad se completan con otras obras, también en carreteras. Los presupuestos del Govern contemplan reparar el puente de la C-58 que pasa por encima de la riera del Palau y de la carretera de Rubí. El viaducto es doble, uno por cada sentido de circulación de la C-58. La intervención necesaria asciende a 1,9 millones, pero el Departament la ha dividido en tres fases. La primera de ellas, que corresponde a las obras más urgentes, se realizará en el segundo semestre bajo un presupuesto de medio millón de euros.
También está previsto reparar un muro de la autopista C-16 a la altura de la salida 22. Las obras, que se espera que puedan empezar en el segundo semestre, tienen un coste previsto de 347 mil euros.