Dijo que el coche aquel en el que estaba era suyo, como suyos eran también los artículos electrónicos que tenía al lado. Pero ni el vehículo ni los objetos eran propiedad de ese individuo, al que unos policías municipales acababan de pillar en pleno robo. El tipo, con sangre en una mano, fue detenido el martes por la noche en Ca n’Anglada.
A las 11.30 de la noche un testigo telefoneó a la Policía Municipal para advertir del robo con fuerza: contó que un ladrón había accedido al interior de un automóvil después de hacer añicos una ventanilla. El lugar de la escena descrita: paseo del Vint-i-dos de Juliol con la calle de Santa Cecília.
Varias unidades policiales se dirigieron a la zona señalada por el comunicante para intentar dar con el sospechoso de los hechos antes de que se diese a la fuga. Al llegar, vieron la rotura del vidrio y una cerradura forzada. Y vieron también, extraída, la bandeja posterior del coche. Un altavoz había sido depositado en la acera.
Había alguien allí. Los guardias miraron en el interior del vehículo y sorprendieron a un individuo en el asiento posterior. Intentaba desmontar, con un destornillador, un altavoz colocado en una puerta. Y tenía un pequeño corte reciente en una mano, se presume que provocado por los cristales trizados.
Material electrónico
Los agentes hallaron dos herramientas más, otro destornillador y unas tenazas, y material electrónico, como un cargador de batería y un reproductor mp4. Los objetos estaban al lado del sujeto.
Nervioso, turbado, se le ocurrió asegurar a los policías que todo era suyo: el coche, los artilugios. A los pocos minutos la Jefatura comprobó la falsedad del descargo: el automóvil era de otra persona y también los artículos electrónicos, por lo que el sospechoso fue detenido como presunto autor de un delito de robo con fuerza. Los agentes decomisaron los objetos a fin de entregarlos a su titular.