Terrassa

Reducen el tamaño de los huertos municipales para duplicar la oferta

En los próximos años la oferta de huertos municipales para el cultivo se duplicará y pasará de las 165 parcelas habilitadas actualmente en las fincas de Mossen Homs y de Can Casanovas a 330. La concejalía de Medio Ambiente quiere potenciar la entrada de nuevos colectivos y dar oportunidad de labrar la tierra al máximo de candidatos.

El equipo de Medio Natural ha puesto en marcha un proyecto de reajuste de las parcelas existentes que consiste en la división en dos de los huertos y la modificación del sistema de riego para que cada una de las fincas disponga de suministro propio.

La medida estaba incluida en el último pliego de condiciones para la adjudicación de parcelas, de manera que los nuevos usuarios que vayan incorporándose a la actividad agrícola ya ocuparán las medias fincas originales. Las nuevas adjudicaciones serán por un año, con prórrogas anuales hasta un total de 5 años si así lo desean los adjudicatarios. Los hortelanos incorporados en el último concurso también se acogerán a las nuevas condiciones, tal como figuraba en las bases de la licitación.

Al final del proceso se espera dar cabida a un total de 330 usuarios, 172 en la finca de Mossen Homs y 158 en Can Casanovas, justo el doble de la oferta actual.

Entre 45 y 60 m2
Con la medida, Medio Ambiente pretende atender el máximo número de solicitudes y hacerlo en unas condiciones que considera óptimas para el perfil de autoconsumo de los huertos municipales. En Mossen Homs, las 86 parcelas habilitadas pasarán de los 120 m2 actuales a una media de 60 m2, mientras que en Can Casanovas las fincas de 90m2 se quedarán en cultivos de 45m2.

“Los huertos municipales tienen una función social, de ocio y educativa -explica Marc Cadevall, director de servicios de Medio Ambiente- y las nuevas dimensiones se ajustan a ese perfil de actividad. El debate se abordó en el anterior pliego de condiciones y quedó claro que los anteriores usuarios de los huertos municipales no se subrogarán a las nuevas condiciones”.

La partición de parcelas avanzará de manera progresiva al ritmo que los huertos vayan quedando libres, bien porque los usuarios abandonan la actividad o por incivismo, en cuyo caso la expulsión se ejecuta previo aviso, con el objetivo de intentar reconducir la situación.

Medio Ambiente prepara un nuevo concurso de acceso a los huertos municipales para el primer semestre de 2017. Los técnicos esperan tener redactado el pliego de condiciones durante este mes de enero y elevarlo posteriormente a la votación del pleno.

En este momento hay 135 personas en lista de espera para ocupar uno de los huertos municipales libres en los recintos de Mossen Homs y Can Casanovas. Se trata de nuevos interesados en cultivar la tierra y candidatos que quedaron excluidos en la anterior convocatoria.

La lista de espera ya está agotada, puesto que el número de solicitudes supera con creces el de terrenos disponibles. La cifra puede dispararse aún más cuando se publicite el concurso, en los próximos meses.

El perfil del demandante ha variado en los últimos años con la incorporación de nuevos colectivos interesados en el cultivo de la tierra. Por un lado gente joven, en algunos casos parejas con hijos que apuestan por la producción ecológica y el autoconsumo. Por otro, entidades que impulsan proyectos sociales y educativos como los centros escolares de la ciudad y las AMPAs.

En paralelo, los colectivos tradicionales siguen demandando un huerto para cultivar frutas y hortalizas. Es el caso de los jubilados y pensionistas, muchos de ellos con tradición de arraigo a la tierra. La ola migratoria de la década de los 2000 también atrajo a la ciudad población procedente del campo que ve en los huertos muncipales una oportunidad para volver a cultivar la tierra.

Distribución equilibrada
En el próximo concurso, el Ayuntamiento intentará “distribuir las parcelas de manera equilibrada entre todos los colectivos”, informan fuentes municipales. Más allá de la faceta agrícola, Medio Ambiente concibe el proyecto de los huertos municipales “como un espacio de socialización, un proyecto intergeneracional en el que se fomenta la convivencia y el intercambio de experiencias a través de la actividad agrícola”, explica Marc Cadevall..

El programa de los huertos municipales cumple 18 años de historia en la ciudad, donde el primer equipamiento de parcelas de cultivo municipales se construyó en 1998 en la finca de Mossen Homs En ese espacio se habilitaron inicialmente 86 plazas en una superficie de 25 mil metros cuadrados. Los primeros usuarios a los que se lee adjudicó un huerto empezaron a labrar la tierra un año más tarde, en 1999.

El segundo proyecto arrancó ocho años después. En 2007 se estrenaron los huertos de Can Casanovas, en un recinto de 51 mil metros cuadrados. Inicialmente se proyectaron 81 parcelas, pero los problemas de estabilidad de un talud obligaron a reducir la cifra de huertos a 79.

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