“Silencio”, de Martin Scorsese, es una película religiosa basada en una novela de Shûsaku Endô publicada en 1966, ya llevada anteriormente al cine por Masahiro Shinoda en 1971. Cuenta la historia de dos jesuitas que, en el siglo XVII, viajan a Japón buscando a un misionero desaparecido justo después de que el cristianismo fuera declarado ilegal en ese país. Empieza un poco como “Apocalypse Now” para convertirse de inmediato en una reflexión sobre la fe en su sentido más amplio, analizando minuciosamente el fanatismo de los mártires, criticando a los inquisidores, denunciando la utilización de la religión para perseguir y matar, explorando el impacto de la labor de los misioneros en culturas de las que no saben nada, apuntando que la espiritualidad y la sabiduría se pueden alcanzar a través de cualquier credo, etc. Muy interesante y actual, si no fuera por algunos “problemillas de nada”, como que dura casi tres horas, que es mucho; que quiere contentar a católicos y ateos por igual, que es imposible; que caricaturiza al villano japonés, que no hacía falta porque los espectadores tampoco somos tontos; y que teniendo al gran Adam Driver va Scorsese y le da el papel protagonista a Andrew Garfield, que a saber en lo que estaría pensando. Por lo demás, la película tiene una buena ambientación, la fotografía es espléndida y algunos de los parajes naturales en los que se ha efectuado el rodaje son preciosos (y, por cierto, se filmó en Taiwán y no en Japón). Intérpretes: Andrew Garfield –también en “Hasta el último hombre”–, Liam Neeson, Issei Ogata, Adam Driver, Tadanobu Asano, Ciarán Hinds. (Cinesa).
“Train to Busan”, de Sang-ho Yeon, que ganó los premios al mejor director y a los mejores efectos especiales en el último festival de Sitges, ente muchos otros galardones internacionales, es una película de zombis para aquellos a quienes no les gusta el género ya que tiene muy poco “gore”. Tras un prólogo que logra un gran impacto con elementos tan simples como inteligentes, la mayor parte de la acción se desarrolla a bordo de un tren, uno de cuyos vagones está lleno de muertos vivientes que amenazan al resto del pasaje. El film plantea cómo en una situación límite las personas sacan lo mejor y lo peor que llevan dentro. Sin dejar nunca de lado la tensión, el “suspense” y las sorpresas, el guion también ofrece apuntes psicológicos y sociológicos, una reflexión sobre las relaciones de poder y una crítica feroz del capitalismo salvaje. Por otra parte, el ritmo es dinámico y, en el plano visual, el reducido espacio en el que se desarrolla la acción está aprovechado al máximo. Intérpretes: Yoo Gong, Soo-an Kim, Yu-mi Jung, Dong-seok Ma, Gwi-hwa Choi, So-hee Ahn. (Cinesa).
“Contratiempo”, de Oriol Paulo, es un thriller de esos en lo que nada es lo que parece, que se ha rodado casi todo en Terrassa. El protagonista es un empresario acusado de haber matado a su amante. A lo largo de la película el guion nos ofrece múltiples versiones de lo que pudo (o no) haber pasado hasta acabar por fin resolviendo un misterio más complejo de lo que parecía a simple vista. La historia se aguanta bien a pesar de que la sorpresa final sólo lo es para el protagonista porque los espectadores lo sabemos ya desde hace muchísimo rato. El problema está en que Paulo ha confiado el difícil papel protagonista a un actor tan limitado como Mario Casas. Teniendo a Francesc Orella, a quien desaprovecha aparatosamente, ya es mala pata que se haya decantado por Casas, sobre todo teniendo en cuenta que en el guion original (según cuenta Fotogramas) el protagonista era un hombre de mediana edad. Menos mal que están Ana Wagener y José Coronado para dar un poco de categoría al apartado interpretativo. Intérpretes: Mario Casas, Ana Wagener, Bárbara Lennie, José Coronado, Francesc Orella, Paco Tous, David Selvas. (Cinesa).
“De-mentes criminales”, de Jared Hess, es una moralista comedia de “robos imperfectos” basada muy libremente en un esperpéntico hecho real acaecido en 1997 cuando un grupo de ladrones inexpertos intentaron perpetrar un atraco a una empresa de furgones blindados. Algunos de los protagonistas reales, que ya han salido de la cárcel, aparecen como figurantes en la cinta, que ha sido “nominada” por la asociación de críticos de Saint Louis como peor película del año 2016 después de que en Estados Unidos no haya convencido ni al público ni a la prensa especializada. Intérpretes: Zach Galifianakis, Owen Wilson, Kristen Wiig, Kate McKinnon. (Cinesa).
“Monster Trucks”, de Chris Wedge, es la primera película de imagen real del director de “Ice Age”. Se trata de un producto dirigido al público infantil y adolescente que tiene como protagonista a un chico que se hace amigo de un monstruo que vive dentro de su camión. La idea partió del hijo de cuatro años del productor, los guionistas se inspiraron en una colección de juguetes y queda bastante claro que el objetivo principal del film es el “merchandising”. Por lo demás, la película es bastante simple, divierte poco y los personajes y situaciones no llegan a apartarse de los tópicos, aunque los efectos especiales y las persecuciones están logrados. La curiosidad es que llega a nuestras pantallas antes que a las de Estados Unidos, donde llevan casi un año aplazando el estreno (y recortando metraje) una y otra vez. Intérpretes: Lucas Till, Jane Levy, Amy Ryan, Thomas Lennon, Danny Glover, Rob Lowe. (Cinesa).
“Diaris de Kandahar”, de Louie Palu y Devin Gallagher, es un documental sobre las experiencias en Afganistán del fotógrafo de guerra canadiense Louie Palu entre 2006 y 2010. Refleja la irracionalidad de los conflictos bélicos y ha obtenido premios en los festivales de Chicago, Los Angeles y Arizona, así como un galardón de la Casa Blanca. La proyección forma parte del ciclo El Documental del Mes. (Filmoteca, Club Catalunya, miércoles noche, VOSC).