El movimiento vecinal vive un momento convulso y, en ese contexto, Can Tusell se suma a la lista de los barrios donde conviven varias entidades vecinales. Desde el pasado mes de noviembre, cuatro vecinos impulsan una AVV alternativa a la asociación de vecinos histórica y reclaman el local que ésta comparte como almacén y sala de asambleas con el esplai La Fábrica en la calle Mestral.
La nueva entidad vecinal se ha registrado como AVV de Can Tusell A y B y tiene intención de operar en la zona norte y sur del sector. “La actual está inactiva y queremos tomar las riendas para trabajar por el barrio”, explica Juan Martínez, presidente de la nueva asociación.
Junto a él, forman equipo Ana Ortíz como secretaria, Toni Robles como tesorero y José Castellano en calidad de vocal. Los cuatro han colaborado en anteriores juntas vecinales del barrio, que abandonaron en la última etapa por discrepancias.
El cisma se produjo el año pasado, coincidiendo con la marcha de Noel Duque de la presidencia de la AVV para incorporarse a la concejalía de Servicios Sociales, Juventud y Ocio. En la asamblea para elegir la nueva junta, los escindidos ya habían abandonado el equipo y decidieron no presentar candidatura. Ana Belén, vicepresidenta con Noel Duque, logró el apoyo mayoritario de los asociados y formó una nueva junta que ha vuelto a renovar el pasado mes de noviembre. “La Asociación de Vecinos Can Tusell está activa y la junta la integran 11 miembros, entre ellos varios representantes del esplai. Desde el año 1985, la entidad está registrada y actualizada”, puntualiza la presidenta Ana Belén Caro.
La irrupción de la nueva AVV ha tensionado las relaciones entre ambas plataformas vecinales. La nueva entidad reclama el local de la calle Mestral que la histórica asociación de vecinos utiliza junto al esplai La Fábrica, un inmueble propiedad de la Generalitat. Se les ha ofrecido utilizar una de las salas del casal del barrio, pero “lo rechazamos porque no somos bienvenidos y porque necesitamos un despacho permanente, donde organizar actividades infantiles y para las personas mayores, que nos las están proponiendo”, comenta Martínez.
El pasado mes de noviembre el presidente del distrito y ex presidente de la AVV, Noel Duque, convocó a las dos entidades vecinales a una reunión para mediar y reconducir las relaciones, pero no fue posible. La nueva junta volvió a llevar su reivindicación al consejo de distrito en diciembre y en enero tiene previsto entrevistarse con la concejal de Mediación Comunitaria Lluïsa Melgares y con el alcalde Jordi Ballart.
Todos a una
El problema ha llegado a la Federació d’Associacions de Veïns (FAVT), a la que la entidad histórica de Can Tusell ha acudido para explicar la situación. Ana Belén Caro reconoce que las relaciones son tensas, pero quiere dejar claro “a nivel personal que si quieren ayudar, encantados de afrontar juntos los problemas del barrio. Y si tienen distintos puntos de vista, deberíamos hacer un esfuerzo por ir todos a una”.
Can Tusell tiene un larga lista de temas sobre la mesa. La AVV tiene previsto iniciar este año una ronda de contactos con las comunidades para afrontar la pintura de los bajos de hormigón de las fachadas, muy deteriorados. Finalizado el periodo de 30 años de titularidad autonómica, los pisos son hoy propiedad de los vecinos, que afrontan el reto de asumir el gasto.
La ampliación del huerto de la calle Gregal, la nueva zona para perros y la reparación de las aceras dañadas por las raíces de los árboles, que el Ayuntamiento está reparando de manera gradual, son asuntos en la cartera de la AVV de Can Tusell .
La nueva AVV de Can Tusell A y B pone sobre la mesa también la reparación de los techos de la calle Xaloc, que requieren la instalación de pladur, y la presencia de purgón en la jardinería del sector , en la que ya están interviniendo los servicios municipales.