El nuevo informe sobre la inserción laboral de los titulados en Formación Profesional (FP) de 2016 realizado por el departamento de Ensenyament y el Consell General de Cambres de Catalunya ofrece datos optimistas para quiénes realizan estos estudios. La mitad de los graduados halla un puesto de trabajo nueve meses después de haberse graduado, un hecho que supone un crecimiento de 3,5 puntos con respecto al año anterior.
La mejora registrada en la inserción laboral afecta tanto a los titulados de FP de grado medio como a los de grado superior. En el caso de los graduados de grado medio , la tasa de empleo antes de los nueve meses es de un 42,6 por ciento mientras que para los del superior es más alta y alcanza el 56,5 por ciento. Otro dato significativo es que muchos jóvenes de FP amplían su formación. Así, casi un sesenta por ciento de los titulados de grado medio opta por prepararse para acceder a un grado superior, mientras que un 67 por ciento de titulados en superior enlaza con la universidad.
Los buenos datos en inserción laboral comportan que la tasa de paro de los graduados siga por debajo de la de Catalunya y varia entre el 6, 79 por ciento en las enseñanzas deportivas y el 15,5 por ciento en las enseñanzas artísticas superiores. En todos los casos es una cifra inferior al paro de Catalunya, que en el momento de la encuesta se situaba en el 17,4 por ciento, y muy inferior a la tasa de paro de los jóvenes de entre 16-24 años (37,6 por ciento).
FP dual, mejor inserción
La radiografía es mejor, si cabe, para aquellos estudiantes de la FP Dual, el sistema por el cual combinan estudios y prácticas remuneradas en una empresa. En estos casos, la inserción de los graduados se eleva hasta el setenta por ciento y ha aumentado en diez puntos respecto a la promoción anterior. Un 53,3 por ciento de estos estudiantes trabajan de forma exclusiva mientras que el 16,7 por ciento compagina empleo y estudios. El estudio demuestra también que la inserción laboral crece a medida que se incrementa la edad de los graduados. Así, se evidencian las diferencias entre los más jóvenes -hasta los 19 años- que mayoritariamente continúan con los estudios (80,5 por ciento) y que presentan baja ocupabilidad (25, 8 por ciento) frente a los de más edad -con 30 años o más- con una inserción alta (casi un ochenta por ciento) y baja continuidad formativa (16 por ciento).
Al respecto, el informe también constata la presencia en las enseñanzas profesionales de personas de 25 años o más, un hecho que afloró sobre todo con la crisis y que se ha mantenido hasta hoy. Los autores del estudio consideran que la entrada en FP de este grupo de edades concede a estos estudios un valor añadido, en cuanto que lo eligen como vía de formación y de obtención de un empleo. Por lo que hace referencia al nivel de ingresos, se observa una tendencia a la mejora iniciada hace tres años y se confirma que a mayor nivel de estudios hay más contratos indefinidos. A causa de la crisis, los últimos años se ha hecho evidente que muchos de los graduados tenían que aceptar ofertas laborales diferentes a los estudios realizados. Esta tendencia se ha ido revertiendo y en el presente estudio de 2016 se verifica que ha aumentando la percepción de la relación existente entre trabajo y estudios.
También se han analizado las vías para hallar un empleo por parte de los graduados. En este apartao hay un cambio respecto a la edición anterior, ya que el primer canal para lograr un empleo es la empresa donde los alumnos han realizado prácticas formativas frente a la red de relaciones personales que el año anterior estaba en primera posición. En conjunto, la empresas de prácticas y el propio centro docente han proporcionado trabajo al 35 por ciento de los ocupados de grado medio y al cuarenta por ciento de los del grado superior.
En el tipo de contrato, sin embargo, la situación no ha mejorado mucho. Al contrario, empeora. La contratación temporal ha crecido tanto en los graduados de grado medio como en los de superior en los últimos ocho años.
Temporalidad
En este sentido, el informe recoge que el 64,5 por ciento de graduados de grado medio tenía un contrato temporal frente al 25, 4 por ciento de indefinidos. Esta proporción fue en el año 2008 de 62,4 y 31,5 por ciento, respectivamente. En los titulados de grado superior, las cosas mejoran un poco pero no demasiado. Un 58, 3 por ciento de este coletivo firmó un contrato temporal frente a un 30,4 por ciento de contrato indefinido. Ocho años atrás, estos porcentajes eran del 50,5 por ciento y 43, 5 por ciento. El nivel de los salarios de los titulados tampoco experimenta grandes cambios. En grado medio, un 44, 5 por ciento percibe un sueldo de hasta 900 euros mensuales; un 33 por ciento de 900 a 1.200 y un 22 por ciento más de 1.200 euros. En grado superior aún se acentúan estos porcentajes, es decir que el 49 por ciento cobra como máximo 900 euros mensuales; un 28, 6 por ciento de 900 a 1.200 euros y un 22,7 por ciento más de 1.200 euros.
LA CIFRA
900 euros. Promedio de sueldo mensual que percibe la mitad de los titulados.