De nada sirvió que la mujer, la víctima, negase la agresión, pues un testigo vio con meridiana claridad lo que pasó, y lo contó: el acusado había propinado bofetadas, dos, a su pareja. Ha sido condenado a una pena de ocho meses de prisión por un delito de malos tratos.
Fue el 15 de abril del 2013, por la tarde. La pareja se encontraba en la calle de la Pineda, en Les Arenes. Discutieron con calor y el hombre agarró a la mujer del brazo para, a seguido, asestarle dos tortazos en la cara. Un testigo observó la escena y llegó a intervenir para zanjar la agresión antes de la llegada de agentes de la Policía Municipal.
Hubo sentencia más de dos años y medio después. El fallo fue condenatorio, pero el magistrado del juzgado de lo penal número 2 estimó un atenuante de dilaciones indebidas por el retraso en el procedimiento. Impuso al acusado una pena de ocho meses de prisión y una orden de alejamiento: no podía aproximarse a menos de quinientos metros de la agredida durante un periodo de dos años.
El procesado apeló, pero la Audiencia Provincial ha ratificado la primera resolución, subrayando la coherencia de esa sentencia original al considerar probados hechos y autoría. La víctima lo negó todo (al final), pero el tribunal dice estar "muy habituado" a esos intentos de descargo y subraya el relato detallado de uno de los testigos.