Uno de los dos vehículos implicados en una colisión acabó estrellándose contra muros de tres viviendas en Les Fonts. Y entró en el recinto de una de las casas, donde seguía ayer, plantado en el patio. El accidente, que se saldó con dos heridos, ocurrió el 1 de enero, de madrugada, porque una conductora rebasó un semáforo en rojo.
El domingo, poco antes de las cuatro de la madrugada, saltaron las alertas en los servicios de emergencias. El 112 avisó a la Policía Municipal: accidente “de grandes dimensiones” en el sector de les Fonts, en la confluencia de la carretera de Rubí con la calle de Sant Carles. Hacia allí se dirigieron varias dotaciones policiales y unidades de ambulancias y de Bombers.
Pronto se pobló aquel tramo de Les Fonts de los destellos de vehículos de emergencias. Mientras los agentes de policía desviaban el tráfico rodado, los bomberos, que desplazaron a dos unidades, limpiaban la zona y movían los coches. Y acordonaban el sector con vallas.
Había dos heridos, los conductores de los dos automóviles involucrados en la espectacular colisión, pero desde el principio se observó que ninguno de ellos parecía revestir gravedad. La policía habló con los testigos y compuso el relato de hechos: al parecer, uno de los coches, manejado por una mujer, circulaba por la carretera de Rubí en dirección Terrassa. Tenía el semáforo en fase roja, pero se lo saltó. E impactó contra el otro vehículo, que había entrado en el cruce desde la calle de Sant Carles.
Desnivel
Y tras el primer choque llegó el segundo, pues el automóvil de la mujer se descontroló y terminó invadiendo el patio de una casa luego de golpear el muro de esa finca y de otras dos. El turismo, un Volkswagen Polo, “voló” e impactó contra el suelo de un patio a unos tres metros de desnivel. El accidente también derribó un poste eléctrico.
A pesar de todo, de lo alarmante del estropicio, no hubo heridos graves. Tanto la mujer como el coductor del otro coche, un Chrysler, fueron atendidos por personal sanitario y unas ambulancias los trasladaron al hospital universitario Mútua Terrassa, donde recibieron asistencia de unas lesiones de pronóstico leve, salvo complicaciones. Los dos implicados dieron negativo en las pruebas de alcoholemia. Ayer por la tarde el Polo permanecía en el patio de una de las torres y decenas de peatones se acercaban a la maltrecha cerca, delimitada por una valla con cinta policial, para observar la rara presencia.
