El Parc de Sant Jordi tiene un nuevo y bonito aspecto, después de la plantación de 83 árboles de catorce especies distintas por todo el recinto. El Ayuntamiento acabó hace unos días esta actuación, que perseguía reparar los daños causados en el arbolado del parque tras el vendaval que azotó la ciudad en diciembre de 2014 y que, además de estragos materiales, causó la muerte de dos personas.
La intervención ha consistido en plantar 83 árboles de catorce especies. El área que luce más ejemplares nuevos es el paseo de los cipreses, donde previamente se retiraron algunos árboles y que ahora presenta dos líneas continuas y homogéneas de cipreses a cada lado, siguiendo criterios estrictos de restauración histórica. El paseo vuelve así a tener el aspecto que tenía a mediados del siglo XX, cuando el Ayuntamiento adquirió la finca y los antiguos jardines de la masía se convirtieron en el primer parque público de Terrassa. Otra zona donde se ha actuado ha sido en la parte norte, delante de la Masia Freixa, donde se han plantado numerosos cedros, recuperando parte del antiguo bosque de cedros que había originalmente en este ámbito.
Además de cipreses (casi 40) y cedros (más de una veintena), también se han plantado moreras, eucaliptos, pinos y otras especies en distintos lugares del parque como en la zona de la balsa o en el área de picnic.
El Ayuntamiento ha aprovechado la necesaria reparación de esta zona verde para realizar una mejora paisajística integral del parque. Después de los trabajos de jardinería, se mejorará la accesibilidad en los caminos de la parte sur.