La Festa de la Llufa ha regresado puntual a su cita como cada 28 de diciembre, Día de los Inocentes. La celebración organizada por La Xarxa de Terrassa logró atraer a un público muy numeroso que convirtió la Plaça Vella en un lugar peligroso para atravesar, si uno no quería acabar con su espalda decorada con los típicos monigotes de esta tradición tan típica de las fiestas navideñas. Los monigotes, o "llufes" fueron los Reyes de la fiesta, pero hubo otro Rey, si cabe, más aplaudido: el Rei dels Innocents, distinción que este año recayó en Josep Corominas, presidente de Voluntaris de Terrassa.
Los talleres de decoración de las "llufes" cedidas por la asociación Comerç Terrassa, y de la "llufa gegant" que dentro de un año se colocará en algún lugar emblemático de la ciudad (como este año se ha hecho en el monumento al ciclista del Passeig de Les Lletres, esquina 22 de Juliol), mantuvieron ocupados a los asistentes durante los primeros compases de la fiesta. Muchas veces padres e hijos compartieron la tarea de colorear las figuras, que luego colocaban en la espalda de transeúntes, la mayoría de los cuales no se daban cuenta de nada.
Algunos de los monigotes más pequeños también fueron recogidos por Kike Cuadros (de la compañía Percuriositat), el animador ambulante de la fiesta, que no paró de interactuar con los pequeños protagonistas de la convocatoria ayudado por el micrófono inalámbrico, con el que parecía estar en todas partes. Los monigotes recogidos son los que participarán en un concurso de "llufes" cuyo ganador obtendrá entradas para lo que queda de temporada de la programación teatral de la Xarxa en el teatre Principal.
Llufes en el trenet
Pero no sólo fueron decoradas las espaldas de algunos de los presentes, sino que tampoco se libró de las bromas el último de los vagones del "trenet del Centre", que pasó algunas veces por la plaza obligando a los presentes a apartarse unos segundos de su trayectoria.
Hacia las seis de la tarde, caída ya la noche, subieron al escenario los dos integrantes de la compañía Més Tumàcat, primero ataviados por su muy periodístico traje, y luego ya transformados en los enormes tomates gigantes con los que le dan la puntilla a su divertido espectáculo.
Lo primero que hicieron los Més Tumàcat fue poner orden, instando a sus espectadores más jóvenes a retirarse de los escalones situados delante del escenario. Y luego comenzaron con las instrucciones necesarias para cumplir con su misión principal: amenizar la fiesta.
Primero lo hicieron invitando a a su público a parecerse menos a los figurantes de un capítulo de "The Walking Dead", y a participar más. Y lo consiguieron, primero con un rock’n’roll y luego con todo su catálogo de músicas y bromas habituales. Cuando ya tuvieron a casi toda su audiencia dispuesta a seguirles la corriente hasta el final, los Més Tumàcat aceptaron la visita en el escenario de Kike Cuadros, quien les ayudó a llevar adelante uno de los momentos más esperados de la cita: el anuncio y proclamación del Rei Innocent de este año. La distinción recayó en Josep Corominas, presidente de Voluntaris de Terrassa y empresario a cargo de Corominas Digital. Precisamente su trabajo en el terreno de las artes gráficas propició que lograra ser engañado por su familia. Unos minutos antes de la proclamación se le pudo ver cerca del escenario portando 400 pequeños programas del Saló Juguem+, que hoy se abre en el Recinte Firal de Terrassa (organizado por la Xarxa.)
Poco después de hacer entrega del paquete a los organizadores de la fiesta, descubrió que su cometido era doble: había sido escogido Rei Innocents 2016, y como tal, tuvo que subir al escenario a ser investido con la capa y coronado con la corona. Una vez vestido, se le invitó a hacer un discurso que primero rehusó, aunque luego se animó a agradecer la distinción a quienes le habían escogido con el más inocentes de los inocentes.
