Se llamaba José y falleció el jueves en su vivienda, en la calle de Manresa, en Sant Pere Nord. Sufrió un golpe en la cabeza por una caída durante una trifulca familiar, indicaron fuentes próximas a la investigación. Los Mossos d’Esquadra no descartan un supuesto delito de homicidio por imprudencia y han detenido al hijastro de la víctima, con quien, al parecer, mantuvo la contienda, según dichas fuentes.
El aviso lo recibieron los servicios de emergencias a las 6.28 de la tarde, pero el furgón mortuorio no se llevó el cadáver hasta las diez de la noche. Unos minutos antes la comisión judicial había autorizado su levantamiento acabada la inspección de la vivienda.
A partir de las 6.30, el tramo de la calle de Manresa comprendido entre la del Doctor Ferran y la de Girona había devenido un hervidero de destellos de vehículos médicos y policiales, y de vecinos que se arracimaban frente al bloque de pisos. Pasaban los minutos y mossos de uniforme y de paisano entraban y salían del edificio.
Y pasaron las horas, más de tres. Parecía demasiado tiempo para un fallecimiento por causas naturales. Trascendió que posiblemente la víctima, José, hombre voluminoso, exhostelero de 56 años, había caído de una escalera. Un mal golpe, un impacto fatídico, le causó la muerte. Los servicios sanitarios no pudieron hacer nada por él.
Los mossos emprendieron las primeras pesquisas y supieron, según fuentes cercanas al caso, que la caída ocurrió cuando José y un familiar estaban discutiendo. Según los vecinos, al finado se le veía caminar con dificultad en los últimos tiempos. Ayer se le practicó la autopsia. Anoche, los mossos continuaban sus indagaciones después de interrogar al hijastro del fallecido, con quien supuestamente sostuvo la trifulca. El joven, de 32 años, fue quien llamó a la policía.