“Assassin’s Creed” reúne de nuevo al director Justin Kurzel con los actores Michael Fassbender y Marion Cotillard un año después de “Macbeth”. Aquella era una versión de Shakespeare, ésta es la adaptación de un videojuego y lo único que tienen en común es la violencia. En esta ocasión la trama gira en torno a un asesino que se somete a un experimento que le traslada mentalmente al pasado, concretamente al final de la Edad Media. El delirante guion mezcla sin rubor alguno la manzana de Adán y Eva (no es un chiste), la tumba de Colón, la Inquisición, los templarios, la caída del reino de Granada, la ciencia-ficción, los diálogos horribles que quieren pasar por profundos, unas proezas imposibles que desafían la ley de la gravedad, persecuciones mil y decapitaciones varias. La cosa no tiene ni pies ni cabeza y el director aumenta el estropicio rodando con torpeza, seguramente porque él tampoco entendió ni jota de esa ceremonia de la confusión que es el guion, pero los decorados, la fotografía y los efectos especiales son magníficos, algo es algo. El reparto también es de lujo pero cabría preguntarse para qué necesitaban a gente tan buena si, total, la mayor parte de las escenas las han rodado los “especialistas”. Como en Terrassa sólo se estrena doblada, el público se librará de uno de los aspectos más surrealistas de la función. Resulta que en la versión original las secuencias del pasado están habladas en castellano (con acento mexicano, salvo cuando sale Javier Gutiérrez) a pesar de en aquella época en el reino de Granada el idioma oficial todavía era el árabe, mientras que las del presente, que en su mayoría transcurren en México y Madrid, están dialogadas en inglés (con toda clase de acentos porque el elenco incluye a personas de múltiples razas y nacionalidades). La anécdota es que no han rodado nada ni en Madrid ni en Granada sino que casi toda la filmación se desarrolló en Malta, Londres y la provincia de Almería. Intérpretes: Michael Fassbender, Marion Cotillard, Jeremy Irons, Javier Gutiérrez, Charlotte Rampling, Brendan Gleeson. (Cinesa, en 3D).
“¡Canta!”, de Christophe Lourdelet y Garth Jennings, es un musical de dibujos animados protagonizado por animales que está “nominado” a los Globos de Oro y los Annie (los Oscar de la animación). El argumento gira en torno a un koala que decide montar un concurso de talentos para salvar un teatro que está al borde de la bancarrota. Gambas, pandas, puercoespines, cerdos, gorilas, elefantes y ratones demostrarán unas dotes vocales que ya las quisieran los “triunfitos”, interpretando temas de Stevie Wonder, Paul McCartney, Paul Anka y Leonard Cohen, entre otros. La banda sonora contiene fragmentos de ochenta y cinco temas (en un film de 108 minutos). La película también se distingue por la calidad de la animación, el sentido del humor y la buena construcción de personajes. Dibujos animados. (Cinesa, en 3D).
“Belleza oculta”, de David Frankel, es un cuento navideño cuyo protagonista es un empresario que arrastra una tremenda depresión a causa de la muerte de su hija, lo que le lleva a comportarse de un modo tan raro que alarma a sus socios. La intervención de tres misteriosos personajes, que representan el Tiempo, el Amor y la Muerte, cambiará las vidas de todos ellos. El guion contiene un originalísimo homenaje al célebre “Cuento de Navidad” de Charles Dickens aunque, por desgracia, también peca de tramposo y cae en lo lacrimógeno. Lo mejor es la interpretación de Helen Mirren. Lo más flojo, el desenlace y la inexpresividad de Will Smith. Intérpretes: Will Smith, Edward Norton, Kate Winslet, Michael Peña, Helen Mirren, Keira Knightley, Naomie Harris, Jacob Latimore. (Cinesa).
“El joven Paulo Coelho”, de Daniel Augusto, es una “biografía autorizada” del famoso escritor de best-sellers brasileño. Cuenta su rebeldía juvenil, sus problemas con las drogas, sus flirteos con el rock –las canciones de la banda sonora son suyas–, su intento de suicidio, su paso por diferentes instituciones mentales y su peregrinaje a Santiago de Compostela. La distribuidora no nos la ha dejado ver a los críticos pero parece ser que tuvo muy mala acogida en su país. La crítica brasileña lamentó que la evolución del personaje principal estuviera mal explicada y que el film resultara demasiado superficial aunque el actor Enrique Díaz, que encarna al padre, se libró de la quema y obtuvo grandes elogios por su trabajo. La curiosidad es que los actores que interpretan a Paulo a distintas edades son hermanos en la vida real. Intérpretes: Júlio Andrade, Ravel Andrade, Enrique Díaz, Nancho Novo, Paz Vega. (Catalunya).