La oposición municipal está dispuesta a quemar todos los cartuchos para que la elección en primera ronda de la nueva síndica de Terrassa se retire del pleno de esta tarde y se proceda a una revisión del proceso. El dispositivo de consulta por vía electrónica permitió el voto delegado, lo que ha provocado una encendida polémica y lleva a la mayoría del Consistorio a pedir la nulidad del procedimiento.
Los grupos municipales de ERC-MES y Terrassa en Comú han vuelto a pedir al ejecutivo que retire la propuesta de resolución que el alcalde someterá hoy a votación. En ella, Jordi Ballart pide el apoyo del Consistorio a la elección de la abogada Isabel Cazorla, la candidata más votada en el proceso participativo, que debe ser refrendado en pleno. En primera vuelta, la propuesta necesita tres quintas partes, es decir el apoyo de 17 concejales con los que no cuenta el ejecutivo de Jordi Ballart.
Ayer, el portavoz del gobierno Alfredo Vega dejó claro en rueda de prensa la intención del gobierno de seguir adelante con la elección de la síndica, dado que no se ha registrado ninguna denuncia por suplantación de voto. El proceso es legal y en consecuencia el bipartito tiene la intención de mantener la propuesta de resolución, siempre que no haya un acuerdo de última hora.
Las conversaciones continuarán esta mañana. Ayer, ejecutivo y oposición mantuvieron abierta la vía de diálogo y la posibilidad de que antes de la sesión de esta tarde, que arranca a las 6, se pueda alcanzar "in extremis" una postura de consenso.
La oposición de izquierdas ha insistido en la importancia de no dañar más la institución de la Sindicatura de Greuges de Terrassa con un fracaso de la candidatura en el plenario. Hasta ahora, la elección del defensor del ciudadano se había resuelto desde el acuerdo político de todos los grupos.
De seguir adelante, la propuesta de resolución del alcalde para la elección de Isabel Cazorla, PSC y CiU sumaránn 12 votos, insuficientes para que la primera votación prospere hoy. Ciutadans anunció su abstención en primera vuelta y el resto de grupos de la oposición ha dejado claro que no apoyarán la elección de la síndica.
¿No voto o me abstengo?
Terrassa en Comú, ERC-MES y la CUP han anunciado su intención de no votar, un gesto en bloque sin precedentes en el pleno de Terrassa. Aún no está claro si los 11 concejales abandonarán el Saló de Plens -en cuyo caso la Secretaría municipal ha informado que el gesto contará como abstención-, o bien permanecerán en la sala sin responder a ninguna de las opciones de voto ( si, no o abstención).
La oposición de izquierdas no quiere abstenerse hoy ni rechazar explícitamente a Isabel Cazorla. Con su no voto, pide revisar el procedimiento técnico de votación popular a la sindicatura y ganar tiempo para que la futura defensora del ciudadano venga avalada por el apoyo de una amplia mayoría política.
En junta de portavoces, la oposición propuso al bipartito firmar un documento conjunto de asunción de responsabilidades en el cuestionado proceso participativo y someterlo a revisión. El ejecutivo rechazó la iniciativa y optó por entregar el nombre de Isabel Cazorla al alcalde, para que lo eleve a la votación del pleno.
El único grupo que ha anunciado un voto negativo hoy es el PP. Los populares calificaban ayer de "chapuza" el proceso participativo y también piden la anulación del mismo. El partido rechaza la reciente reforma del Reglamento de la Síndica y responsabiliza a la "izquierda radical" del nuevo sistema de elección, ya que fue la impulsora del proceso participativo. El PSC no compartía esa opción y el Síndic de Greuges de Catalunya la desaconsejó.
Si finalmente la elección de la sindica va al pleno esta tarde no superará la primera vuelta. Para la segunda, que puede convocarse en un máximo de dos meses, será suficiente con la mayoría absoluta.
El cargo de Síndic/a de Greuges de Terrassa está vacante desde el mes de abril, fecha en que la letrada Isabel Marquès abandonó la plaza tras agotar su mandato y varias prórrogas. La defensora del ciudadano ante la administración local se fue proponiendo una revisión del reglamento de la institución que profesionalizara la sindicatura y la dotara de medios adecuados para ejercer su responsabilidad desde la objetividad y la independencia.
Finalmente, la revisión del reglamento incorporó un proceso participativo que se ha celebrado este otoño y al que han concurrido un total de ocho candidatos. Tres de ellos han decidido retirarse disconformes con el sistema de recogida de apoyos, mientras las dos candidatas más votadas criticaron las carencias del mecanismo electrónico y la inacción de los partidos, tras admitir que tramitaron los votos de terceros, según dijeron, tras consultarlo con la administración local.