Terrassa

TeC y ERC-MES rechazan la nueva oferta de pacto de Jordi Ballart

La ciudad atraviesa un momento excepcional en su historia y el alcalde, Jordi Ballart, propone la incorporación al gobierno de los partidos ideológicamente “afines”, que hoy por hoy no lo ven nada claro.

La idea de un gobierno de amplio espectro al que se sumaran, además de CiU, formaciones a la izquierda del PSC no tiene futuro. Así lo expresaban ayer los portavoces de Terrassa en Comú y de ERC-MES, las dos formaciones que mejor cumplen los requisitos de Ballart. También Ciutadans, la formación bisagra, que como los comunes descarta cualquier pacto en el que se integre Convergència i Unió (ver despiece).

Terrassa en Comú cree que la propuesta que Ballart formulaba en una entrevista publicada el sábado por Diari de Terrassa es “contradictoria e incoherente. No tiene sentido gobernar con CiU si queremos municipalizar el agua y construir un proyecto de ciudad de cambio y progresista”, comentaba ayer el portavoz Xavier Matilla.

Los comunes mantienen abierta la vía de diálogo con el PSC de cara a un posible gobierno de izquierdas y, en ese contexto, el anuncio del alcalde incide en el principal escollo para el pacto: la indisolubilidad de la sociovegencia. “De ninguna manera romperé con el Partit Demòcrata un pacto que funciona con sintonía y con lealtad”, reiteraba el sábado Ballart en la entrevista.

Terrassa en Comú no entiende que, rozando el ecuador del mandato, el alcalde insista en mantener “un pacto de conveniencia con CiU en un momento en el que la política debería estar en el centro de la gestión municipal”. Matilla recuerda que la pasada semana el portavoz soberanista, Miquel Sàmper, se desmarcó de su socio afirmando que el gobierno había cometido errores con Mina y proponiendo la reapertura del diálogo con la concesionaria. “El PSC debe decidir si continúa acompañado de un socio neoliberal o apuesta por construir una mayoría de izquierdas con TeC”.

Esta semana el principal partido de la oposición y el alcalde volverán a verse para explorar la posibilidad de un acuerdoa dos bandas. Hoy mismo el alcalde consultará al PSC la propuesta de TeC.

Durante las últimas semanas el proceso no ha avanzado y la nueva estrategia pública de alianzas de Jordi Ballart parece explorar otras alternativas. Matilla no lo considera un hándicap y ayer quiso dejar claro que el proyecto “sigue vivo. Nosotros esperamos una respuesta”.

Terrassa en Comú ya ha puesto sobre la mesa su propuesta y su aportación. Si el proceso fracasa, dice, “no repetiremos la oferta”.

ERC-MES seguirá en la oposición
Los cuatro concejales del grupo de ERC-MES continuarán en la oposición después de la propuesta de Ballart de un gobierno de amplio espectro. Los republicanos se negaron a pactar con el PSC al principio del mandato y “en este momento no ha cambiado nada sustancial en la ciudad que nos haga rectificar”.

El portavoz Isaac Albert ve en la oferta del alcalde “una jugada de pocker. La táctica ha aterrizado de lleno en la política municipal, donde Ballart está jugando más a tumbar al contrario que a construir en positivo”.

ERC-MES seguirá fiel a la hoja de ruta que diseñó tras las elecciones municipales, que pasa por “ejercer una doble responsabilidad generando alternativa, fiscalizando la labor del gobierno, y por otro lado no bloqueando la gestion de la ciudad”.

En ese sentido, el grupo municipal mantiene su compromiso de sumarse a la mayoría del pleno en el debate sobre el agua. También lo hará TeC, pase lo que pase en su particular negociación con el PSC. “Nuestro apoyo es incuestionable -apuntaba ayer Matilla-. También a la figura del alcalde”, en alusión a la afirmación de Ballart, el sábado, cuando reiteraba ser víctima de presiones y de una campaña de desprestigio personal y político.

Los republicanos también apoyan al alcalde, pero piden “restar dramatismo. Presiones recibimos todos en política, porque la política está rodeada de intereses, y el alcalde seguro que también las recibe de su partido. Estamos con él -afirma Albert-, pero nadie ha dicho que la política sea fácil”.

Los partidos minoritarios no se pronunciaron ayer sobre la oferta de un nuevo gobierno en la ciudad, aunque nada hace pensar que el PP o la CUP se sientan aludidos por una propuesta de “afines” al PSC. El popular Álex Sánchez ya calificó de “giro a la extrema izquierda” un posible acuerdo de gobierno entre socialistas y Terrassa en Comú.

La CUP, que evaluará de manera interna la propuesta del alcalde antes de pronunciarse, también cuestionó a principios de mes la posibilidad de un pacto entre los comunes y los socialistas por entender de la confluencia incumplía su compromiso electoral y se convertía en “mero recambio”.

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