El pasado 8 de noviembre la compañía eléctrica Endesa cortó la luz a un bloque situado en la venida del Abat Marcet, dejando sin luz a las 15 familias que residen allí desde hace cerca de tres años. Todas ellas lo hacen sin que medie un contrato de alquiler o una escritura de propiedad. Entraron al inmueble después de que el promotor lo dejase abandonado. Ahora, el propietario, Banc Sabadell, negocia una solución para ellos interpelado por los propios afectados y por el Ayuntamiento.
Su situación de vulnerabilidad ha empeorado en el último mes. Llevan tres años viviendo en precario en un bloque de nueva construcción de la avenida del Abat Marcet. Es una finca que nunca fue habitada, nueva a estrenar, que han ido estrenando, de hecho, estas 15 familias, poco a poco. Aunque con los servicios básicos "pinchados", todas ellas han ido tirando como podían, no sin temor a que la fragilidad en la que viven acabe por romperse del todo, pero con cierta seguridad de tener un techo bajo el que dormir.
Todos los electrodomésticos, incluida la cocina y la caldera, son eléctricos, con lo que, tras el corte de luz, los que se lo han podido permitir han adquirido hornillos a gas para preparar las comidas y calentar el agua. Pocas opciones más tienen. Barajaron la posibilidad de alquilar un generador, pero lo descartaron debido a las limitaciones que tendrían para usarlo por el ruido y los contaminantes que desprende. Ahora, las velas reinan en todas las viviendas.
La historia de todos ellos tiene elementos en común. Proceden de desahucios por no poder pagar el alquiler o la hipoteca, han llegado aquí después de estar un tiempo viviendo en una habitación o tras pasar por otros pisos también ‘ocupados’. Tras el corte de luz, estas familias se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para que medie con Banc Sabadell y les ayude a encontrar una solución. Sandra Martínez, que ejerce como portavoz de la comunidad, afirma que se han visto abocados a buscarse la vida, el techo, de esta forma, pero que no quieren vivir gratis. "Queremos pagar. Queremos pagar un alquiler razonable, de acuerdo a los ingresos que cada familia tenemos", sostiene. También los servicios básicos: el agua, que está pinchada a la red, y la luz, que se han quedado sin ella. "Queremos vivir tranquilos, no nos negamos a pagar", añade.
Tras recibir las quejas de los vecinos, el Ayuntamiento se ha puesto manos a la obra y, al igual que lleva haciendo desde el verano en varios bloques de Les Arenes, está tratando de regularizar la situación de los inquilinos para que Endesa les proporcione luz y Banc Sabadell les permita quedarse en alquiler.
La concejal de Vivienda, Lluïsa Melgares, remarca el carácter "pacífico" de esta ‘ocupación’, al tiempo que asegura que ya están trabajando la relación con los vecinos de los edificios colindantes para atajar algunos problemas de convivencia. La edil explica que se han reunido con Banc Sabadell, propietario del inmueble, para pedirle que regularice la situación de estas personas, de manera que puedan acceder, después, a contratar el servicio de luz. De momento, explica, la entidad está dispuesta a proporcionar un alquiler social, en el mismo bloque o en otros de Banc Sabadell, a aquellas familias que cumplan con los requisitos establecidos por el propio Ayuntamiento: que lleven un mínimo de tres años residiendo en Terrassa, que estén en situación de vulnerabilidad económica y que tengan un comportamiento respetuoso con el vecindario.
Melgares señala que no todos los residentes cumplen con estas exigencias y sólo será posible formalizar un alquiler con siete familias. Hasta que se decidan los detalles y se encuentre el inmueble definitivo, la edil ha pedido a la entidad bancaria que reubique de manera provisional e urgente a las familias con hijos "porque no pueden seguir viviendo más tiempo sin luz".
Negociar caso a caso
Banc Sabadell, en declaraciones a este diario, afirma que tiene "voluntad de encontrar una solución". La empresa reitera que "la política del banco para este tipo de situaciones es negociar caso por caso".
Fuentes de la entidad bancaria afirman que no tienen intención de forzar el desalojo por la vía judicial, que son conocedores de la "problemática social" por la pérdida o falta de acceso a la vivienda, especialmente en la ciudad de Terrassa, y que esperan poder encontrar una solución "por la vía del diálogo y la negociación con las familias afectadas y con el Ayuntamiento".
