La posibilidad de un cambio de gobierno en la ciudad a partir de una mayoría absoluta de izquierdas ha cogido por sorpresa a la oposición, que ve en peligro su actual capacidad para influir en las decisiones del Ejecutivo, hoy en minoría. Fuentes del gobierno informaron esta semana de las conversaciones con Terrassa en Comú, que ha confirmado su predisposición al pacto, siempre que CiU abandone el poder. La noticia ha impactado en la clase política, especialmente en el pleno. Los grupos municipales cuestionan que los comunes formaran hace año y medio un frente de izquierdas para relevar al PSC del gobierno local y ahora exploren una alianza con los socialistas. Creen que nada justifica ese giro estratégico y ponen de manifiesto que, después del acercamiento entre comunes y socialistas, nada volverá a ser igual en el Consistorio. La noticia ha sumido esta semana a la clase política en un hervidero de rumores y especulaciones. Ayer mismo, la agrupación local del PSC emitía un comunicado en idénticos términos en los que ayer se pronunciaba el alcalde Jordi Ballart, cuando anunciaba su intención de consultar la propuesta de TeC al partido. Los socialistas reiteran que el pacto con CiU es “sólido” y que cualquier decisión que afecte a las alianzas se valorará a nivel interno.