En su intervención, el presidente de la junta de Oncolliga, Joaquim Gil, invitó a los presentes a cerrar los ojos, y así lo hicieron algunas de los más de 530 personas que, el viernes, en el Centre Cultural, asistían a la cena solidaria anual de la Fundació Lliga Catalana d’Ajuda Oncològica. "Imaginad que, de buena mañana, camino por la calle de la Font Vella", comenzó. "Se me acerca una señora de avanzada edad y me pregunta ‘¿Usted es de Oncolliga?’ Con los ojos llorosos, me abraza y me dice: ‘muchas, muchas gracias, porque gracias a Oncolliga a mi hija le han vuelto las ganas de vivir’. Esta abrazada es la que os quiero transmitir a todos vosotros. Esto, y la esperanza de que algún día las personas podremos vivir con el cáncer, pero no morir".
La solidaridad y la esperanza que subrayó Gil se vió ratificada con las "cuatro buenas noticias" que trajo la segunda intervención de la noche, de Àngels Arcusa, jefa de oncologia del Consorci Sanitari de Terrassa. La primera, que el número de casos anuales se ha estabilizado, lo que implicará un descenso de la mortalidad. Segunda, que "la mortalidad por cancer de mama disminuye en nuestro país un dos por ciento anual", porque mejoran los tratamientos "y, sobre todo, el estilo de vida de las catalanas", que cada vez más practican la lactancia materna y la actividad física, y hacen una dieta más equilibrada.
"Volvemos a estar aquí"
Tercera buena noticia: dentro de un año se desarrollará una campaña de diagnóstico precoz del cáncer de color y recto, el más frecuente entre los hombres. "Cuando os inviten a participar en ella, hacedlo. Es rápido, senzillo y no duele, y se pueden salvar muchas vidas."
Y la cuarta: "volvemos a estar aquí, más de quinientas personas que somos solidarias, buenas personas alrededor de un buen proyhecto, que nos hace mejores. Como diría nuestro presidente ‘Visca Catalunya i Oncolliga més!".
"Ustedes seguramente recordarán algún familiar muerto de tifus, tuberculosis o pulmonía. Gracias a la labor realizada, hoy en día nadie se muere de tifus o tuberculosis, y pocos de pulmonía", recordó Joan Puigdollers, gerente del área Barcelona Metropolitana de la Regió Sanitària, dando otra oleada de esperanza. "Estamos logrando convertir el cáncer en una enfermedad crónica,pero no mortal."
El conseller de Territori i Sostenibilitat, el terrassense Josep Rull, se sirvió de los castells como metáfora para afirmar que, Oncolliga, sus voluntarios, son la pinya de la lucha contra el cáncer. El alcalde Josep Ballart recordó que en Terrassa hay cuatro mil personas afectadas. "Sin Oncolliga, y su ejemplar ejercicio de voluntarismo, la lucha contra el cáncer sería mucho más dificil. Oncolliga es especialmente insubstituible. Gracias por tanta valentía, generosidad y esperanza".