No rectifica, pero matiza. Matiza sus declaraciones, pero se niega a retractarse sin motivo. Jordi Ballart, alcalde de Terrassa, ha enviado una carta a Mina en respuesta al burofax que la empresa de suministro de agua le dirigió a finales de octubre a raíz del contenido de una entrevista concedida por el edil a El Punt Avui. En el contexto de la “guerra del agua”, de la tensión sobre el modelo de gestión, el alcalde aseguró que había sufrido presiones y amenazas, y habló de chantajes. Mina pidió una aclaración, y le ha llegado: “las afirmaciones y opiniones personales mencionadas no se refieren, ni implícita ni explícitamente, a ninguna persona, entidad, empresa o institución”, según adelantó ayer la agencia Europa Press.
La sucesión de hechos empezó el 10 de octubre con la publicación de la entrevista, en la que Ballart aseguró que recibía presiones y amenazas “por la cuestión del agua” y que el Ayuntamiento se había topado con “muchos impedimentos, muchas obstrucciones, presiones y propuestas unilaterales y, en algunos casos, ilegales”. Y añadía: “nos condicionan el hecho de pasarnos la información a crear una empresa mixta y a eso se le llama chantaje”. El edil se refirió a amenazas, anónimos, extorsiones en su propia casa y llamadas.
Calumnias
Mina consideró que las manifestaciones vertidas “podrían ser constitutivas de un supuesto delito de calumnias”, por lo que dirigió al alcalde un primer burofax pidiendo una rectificación y una aclaración de sus palabras. El 27 de octubre, al no haber respuesta, envió otro burofax para advertir de una demanda si no se recibía una respuesta en un plazo de siete días, pues la empresa consideraría que las palabras de Jordi Ballart iban dirigidas a la dirección de Mina.
En su réplica, con registro del 8 de noviembre, Ballart se acoge al derecho a la libertad de expresión para afirmar que no cree oportuno rectificar sus expresiones, pues se ajustan a lo ocurrido. El alcalde sostiene que las afirmaciones y opiniones no se refieren a nadie en concreto, que no ha incurrido en ningún delito de calumnias y que no es responsable de las interpretaciones de sus palabras.