Primero desprendió nerviosismo ante los policías que lo habían parado por una infracción de tráfico. Luego, directamente, echó a correr, pero lo pillaron después de que intentase desprenderse de una bolsa. Y dentro de la bolsa había, presuntamente, cocaína, más de treinta papelinas con esa droga. El entonces detenido ha sido acusado de un delito contra la salud pública y el fiscal pide que sea condenado a cuatro años y seis meses de prisión.
La Audiencia Provincial de Barcelona ha señalado el juicio para el próximo lunes en la sección sexta. Según el relato del Ministerio Fiscal, los hechos ocurrieron el 20 de agosto del 2015, a las 11.45 de la noche. El individuo conducía un ciclomotor por la Ronda de Ponent cuando, a la altura de Can Roca, unos agentes de la Policía Municipal lo pararon porque el vehículo había cometido una infracción de tráfico. Los nervios se apoderaron del conductor cuando los agentes lo interpelaron. Tanto, que decidió echarse a correr y en su carrera lanzó al suelo cuatro bolsitas.
Lo pillaron, sin embargo. Justo en el momento de la detención, arrojó una bolsa de color negro debajo de un coche.
Los guardias recogieron la bolsa. Dentro había, según el fiscal, 36 papelinas de cocaína: quince con envoltorio de plástico blanco, siete de color verde y catorce de color naranja, con diversidad de grados de pureza. Unos veinticuatro gramos de coca en total. En el cacheo del acusado, los policías encontraron veinticinco euros, que portaba en el calcetín izquierdo, y 151,47 euros más, que hallaron en el interior de una mochila.
El Ministerio Público afirma que la droga incautada hubiera alcanzado un valor de 1.752,83 euros en el mercado negro. Nada refiere el fiscal en su escrito de acusación sobre la supuesta agresión del sospechoso a dos de los agentes.
Según explicó la policía en su momento, el detenido (de 34 años, de origen dominicano) acometió a dos guardias antes de emprender la huida y ambos agentes fueron atendidos en Mútua.
El sospechoso fue imputado en principio por el delito contra la salud pública y por atentado a agente de la autoridad, pero en sus conclusiones provisionales el fiscal sólo le atribuye el primer delito, el relacionado con el tráfico de drogas. La acusación pública considera que el sospechoso iba a destinar la cantidad de sustancia intervenida a traficar con ella y que el dinero que le confiscaron lo había obtenido precisamente vendiendo estupefacientes. Pide al tribunal que condene al procesado a cuatro años y seis meses de prisión y a una multa de 4.800 euros.