El departamento de Territori i Sostenibilitat ha adjudicado la redacción de la última de las tres actuaciones previstas para mejorar la fluidez y la seguridad de la autopista C-58, uno de los ejes viarios más saturados de Catalunya, concretamente en el tramo vallesano. Se trata de la ampliación y prolongación de la calzada lateral entre Sabadell y Terrassa, en esta dirección.
En este punto, pasado el enlace de Sant Quirze la C-58 pasa de tres a dos carriles. Uno de ellos queda colapsado en horas punta por las entradas y salidas del enlace Terrassa Est, que comunica con los polígonos industriales, el sector comercial de Carrefour y el tramo este de la ciudad.
El proyecto consiste en prolongar y ampliar la calzada lateral que ahora existe a la altura de la gasolinera, de apenas 950 metros de longitud y un solo carril . Está previsto alargar esa vía segregada 850 metros más hacia el norte y 2,3 kilómetros hacia el sur, hasta enlazar con la entrada de la ronda sur de Sabadell.
La nueva calzada segregada tendrá 4 kilómetros de trazado, dos carriles de anchura y absorberá el tráfico del tronco central de la C-58 que haga movimientos de entrada y salida hacia Rubí, Les Fonts, los polígonos industriales y la zona Este de Terrassa. De esta manera, los dos carriles de la C-58 quedarán libres para el tráfico que circule en dirección a otros puntos de Terrassa, Viladecavalls, Matadepera, Manresa o Berga.
El proyecto incluye la construcción de un nuevo viaducto sobre la riera de les Arenes de unos 130 metros de longitud.
Los primeros tramos, en 2017
El departamento de Territori i Sostenibilitat trabaja ya en los proyectos para mejorar los dos primeros tramos de la C-58 anunciados por el conseller Josep Rull. El político egarense comunicó, poco después de asumir el cargo, su intención de adelantarse a la ejecución del tercer carril de la C-18, aplazado reiteradamente, con tres intervenciones en puntos clave que permitieran aliviar atascos endémicos.
Los dos primeros se ejecutarán el próximo año y pretenden aligerar el tráfico en dirección Barcelona. Consisten en la construcción de un tercer carril desde Sant Quirze hasta Sabadell y de dos carriles de trenzado en el Nus de Sant Pau, para enlazar con la AP-7.
La C-58 es uno de los ejes viarios más saturados de Catalunya y registra retenciones todos los días, incluidos algunos fines de semana. 160 mil vehículos la utilizan diariamente en el tramo de entrada a Barcelona y unos 54 mil a la altura de Terrassa. Las tres intervenciones previstas suponen una inversión global de 35 millones de euros.