El Ayuntamiento de Terrassa participa en un estudio que pretende analizar el contenido de la bolsa de basura para conocer qué, cómo, cuándo y cuántos residuos se generan de forma individual en la ciudad. La iniciativa se llevará a cabo de manera simultánea en diversos municipios con la vista puesta en el pago por generación, es decir, ajustar al máximo el importe de la tasa de residuos al volumen de basura que realmente genera cada contribuyente.
Para llevar a cabo el proyecto el Ayuntamiento de Terrassa ha solicitado una subvención a la Agencia de Residus de Catalunya por un importe de 48.357,75 euros, que cubrirá el 50% del coste global del estudio, cifrado en 96.715,50 euros.
La radiografía de la bolsa de basura permitirá conocer al detalle cual es nuestro nivel de compromiso con la recogida selectiva, separando las distintas fracciones. Para ello, se distribuirán bolsas marcadas con un código de barras que revelará la información requerida por el estudio.
"La prueba piloto la llevaremos a cabo en establecimientos comerciales, bares y negocios de restauración -comenta Marc Armengol, teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad-. La recogida puerta a puerta implantada en ese sector nos pemitirá evaluar la posibilidad de ampliar el modelo a más zonas residenciales y en el futuro el pago por generación".
Si genero menos, pago menos
El concepto del pago por generación cobra cada vez más relevancia como garantía de una tasa justa. El usuario tributa exactamente por el volumen de residuos que ha generado. Además, el sistema estimula la recogida selectiva puesto que, a diferencia del modelo actual basado en una tasa universal, con el pago por generación el tributo está personalizado, de tal manera que si el volumen de residuos aumenta la factura sube, pero si disminuye el importe baja.
El modelo sería, además, justo con el nivel de compromiso de cada ciudadano. Algunos expertos advierten del riesgo de desmovilización por parte de los ciudadanos comprometidos con la selectiva, al ver que se les "castiga" igual que los vecinos que no separan en casa. El canon autonómico que penaliza la facción resto no discrimina y acaba repercutiendo en un aumento global de la tasa.
En este momento el pago por generación está asociado a la recogida puerta a puerta, el único modelo que permite evaluar de manera individual la generación de residuos. El sistema se aplica en Terrassa exclusivamente en las zonas comerciales, tanto en el centro como en los barrios. Cada una de las fracciones orgánica, cartón y resto tienen asignado un día de recogida.
"El modelo difícilmente podremos implantarlo en la ciudad compacta, pero sí en las urbanizaciones, como Can Gonteres o Can Parellada Torres", explica Armengol.
La recogida puerta a puerta dispara los porcentajes de la selectiva hasta niveles entre el 70 y el 90%, frente al poco más del 30% de media que registran las grandes ciudades como Terrassa.
"Si queremos pagar menos por los residuos deberemos avanzar hacia el pago por generación", defiende Armengol, convencido de que el sistema no se aplicará a corto plazo, pero figura entre los objetivos de su equipo.
En este momento, la ciudad de Terrassa cuenta con todos los modelos de recogida selectiva implantados en su territorio: contenedores en todo el término municipal excepto las islas de peatones; contenedores que se colocan en horas determinadas en las zonas peatonales; puerta a puerta en el comercio, las escuelas y la administración pública; y neumática y soterrada en algunas zonas de nueva urbanización.
Ahorro económico
Los principales retos a los que se enfrenta el Ayuntamiento de Terrassa en materia de gestión de residuos son el necesario el avance de la recogida selectiva y el incremento de los costes del sistema, que se ha disparado este año y seguirá haciéndolo en los próximos ejercicios. Aumenta el coste del tratamiento de los residuos y la penalización por cada tonelada de fracción resto que entra en el Centre de Tractament de Residus del Vallès Occidental.
La implantación total o parcial del pago por generación arroja altas tasas de recogida selectiva no solo en los pequeños municipios, donde la implantación de la recogida puerta a puerta es mucho más viable. A nivel internacional también en algunas grandes capitales.
Es el caso de la ciudad alemana de Munich, con casi 1,4 millones de habitantes. La capital de Baviera tiene implantado un sistema de pago por generación sobre la fracción resto y combina la recogida puerta a puerta con los contenedores. El modelo le ha permitido alcanzar el 51% de selectiva.
Seúl, en Corea, con más de 10 millones de habitantes, le ha declarado la guerra al despilfarro alimentario. La mega urbe ha implantado un pago por generación de la fracción resto y la medida le ha supuesto situarse en un 62% de selectiva.
Los porcentajes son más altos en municipios italianos como Parma y San Remo, en el 73%. Ambas han instalado chips en cubos y bolsas de basura para controlar las aportaciones de la fracción resto. La recogen puerta a puerta con pago por generación.
En Catalunya la implantación del pago por generación es muy minoritaria y se circunscribe a municipios pequeños como Argentona.
