El fin del monopolio funerario en Terrassa está servido después de que la empresa catalana Àltima haya confirmado su intención de iniciar durante el primer semestre de 2017 la construcción del primer tanatorio privado en la ciudad. El grupo funerario tiene el proyecto listo y espera el permiso de obras para edificar el nuevo equipamiento con la intención de iniciar la actividad durante 2018.
En este momento, Àltima afronta una etapa de expansión con la edificación simultánea de dos nuevos tanatorios en Terrassa (Vallès Occidental) y en Cervelló (Baix Llobregat). Además, el grupo tiene previsto operar en Girona capital con un nuevo tanatorio en el polígono de Mas Xirgu y reformar el tanatorio de Gavà.
“Con estos nuevos proyectos ampliamos y reforzamos nuestra presencia en Catalunya con el objetivo de poder ofrecer un servicio de proximidad con la máxima calidad a las familias que pasen por un proceso de defunción”, comenta Josep Ventura, director general de Servicios funerarios de Àltima.
Tres salas de velatorio
Como ya adelantaba Diari de Terrassa en mayo, el segundo tanatorio de la ciudad estará ubicado en el polígono de Can Petit. El proyecto del equipamiento funerario lleva el sello del estudio de arquitectura Batlle&Roig Arquitectes.
El edificio se construirá en un solar de más de 5 mil metros cuadrados situado en el número 742 de la avenida del Vallès y contará con 1.380 metros cuadrados, todos en planta baja. La nueva funeraria tendrá tres salas de velatorio con acceso directo a un jardin privado cada una de ellas y un oratorio multiconfesional con capacidad para 140 personas sentadas.
El edificio, diseñado bajo criterios medioambientales, estará dotado de un amplio “hall” de entrada, salas de espera, dos despachos para la tramitación y una sala de atención personalizada a las familias. En el exterior se habilitará un parking arbolado con 81 plazas.
Àltima invertirá 2,3 millones de euros en la edificación de su funeraria en Terrassa. En la construcción se utilizarán materiales reciclados y con certificación de productor de origen, así como elementos estructurales de recubrimiento y revestimiento prefabricados. La opción de recurrir a soluciones constructivas de proximidad en el proceso de fabricación persigue reducir la huella de carbono, empleando menos energía y generando menos residuos en el proceso de edificación. De hecho, las instalaciones contarán con sistemas de climatización con recuperación de calor e iluminación led con temporizador, priorizando la luz natural. En las zonas ajardinadas se utilizarán especies autóctonas de baja necesidad hídrica.
Liberalización
Los nuevos tanatorios de Áltima en Terrassa y Cervelló se sumarán a la red de 29 equipamientos funerarios que el grupo gestiona en toda Catalunya, especialmente en la provincia de Barcelona. Entre ellos el Tanatorio de la Ronda de Dalt, los tanatorios de l’Hospitalet Ronda y l’Hospitalet Gran Vía, así como los servicios funerarios de Sant Boi-Baix Llobregat y otros equipamientos en esta comarca y en Garraf, Penedès, Bages, Ripollès y Alt Empordà. En total, la firma cuenta en la actualidad con 29 tanatorios, seis complejos crematorios y 17 cementerios.
El proyecto de Terrassa no incluye servicio de incineración ni trabajos sanitarios (adecuación del difunto y tanatopraxia).
Àltima es en estos momentos la empresa de servicios funerarios de mayor envergadura de la provincia de Barcelona. La firma suma más de 3 siglos de experiencia en el sector y cuenta con más de 300 empleados en un total de 190 poblaciones.
Àltima tiene como principal accionista a la familia Ventura, alma mater del grupo empresarial. Coincidiendo con la liberalización del sector funerario, en 2002 el grupo se fusionó con Pompes Fúnebres del Baix Llobregat, propiedad de la familia Fenés, históricos también del sector.
La operación culminó con la incorporación también de Gic de Nomber, de la familia Viñas. gestora de varios cementerios de titularidad pública. Juntos constituyeron Serveis Funeraris Integrals, que en el año 2013 cambió denominación a Àltima.