El último bloque de la jornada que se celebró ayer en el Vapor Universitari versó sobre las formas de implicar a la ciudadanía en los debates y toma de decisiones. El napolitano Renato di Nicola destacó, al respecto, que hacer que la población se interese por la gestión del agua "es mucho más importante que otros temas". "Debemos conseguir que los ciudadanos sientan el agua como suya, como algo que deben gestionar ellos mismos", aseguró. En este sentido, explicó que en Nápoles se han llevado a cabo varias campañas con tal propósito, entre las que destacan la de una pizza con el lema "hecha 100% con agua napolitana pública" (dejando a entender que si la pizza era tan buena, el agua también) y la que consistió en colocar un personaje que representaba el agua pública en el pesebre municipal del año pasado.
En esta línea, Joan Arévalo, señaló que en Olesa de Montserrat, donde el agua es gestionada por una cooperativa, llevan a cabo cada año un curso de formación sobre cooperativismo. Además, invitan a las escuelas del municipio a visitar sus instalaciones para que los ciudadanos conozcan el ciclo del agua des de pequeños.
Por su lado, Graciela Schneier, de París, explicó que el principal problema de su observatorio social del agua es que solo participan en él los ciudadanos con pasión y tiempo, ya que muchos no pueden combinar sus obligaciones laborales, familiares o personales con su participación en este órgano.
Finalmente, el cordobés Rafael del Castillo, recordó que hay que crear infraestructuras que garanticen que esta participación no va a depender de la voluntad del político de turno.
