El consejo de administración de Mina Aigües de Terrassa celebrado el lunes acordó exigir una rectificación al alcalde de las declaraciones en las que denunciaba ser víctima de presiones, amenazas, anónimos y extorsiones durante el proceso del agua. El requerimiento ha llegado a alcaldía vía burofax y con la rúbrica del director general de la compañía, Josep Lluís Armenter.
Mina pide formalmente a Jordi Ballart que "aclare" que las "amenazas, anónimos, extorsiones en mi casa, llamadas, chantaje, obstrucciones, propuestas que infringen la ley y presiones" que denunciaba en la entrevista concedida a El Punt Avui, y reproducidas por este diario, "en ningún caso han sido realizadas por Mina Pública Aigües de Terrassa".
La concesionaria cree que "corresponde que rectifique y aclare sus manifestaciones respecto a Mina" y adelanta los términos en que podría plantearse una demanda si el alcalde no corrige sus palabras. La empresa entiende que éstas "podrían ser constitutivas de calumnias".
Durante el proceso para el final de la concesión del servicio del agua a Mina, que se extingue en diciembre, la compañía ha llevado a tribunales algunas decisiones del Ayuntamiento, que ha acusado a la empresa de judicializar el proceso. En ese contexto, Mina afirma que "una cosa es que haya discrepancias jurídicas, que es evidente que las hay, y otra que se acuse a la entidad que represento de acciones que Mina Pública d’Aigües de Terrassa S.A. nunca ha cometido, ni tenemos necesidad porque estamos convencidos de la solidez jurídica de nuestro posicionamiento", argumenta Armenter.
Desde la discrepancia jurídica
En el burofax, la compañía le hace llegar al alcalde que espera que "desde la discrepancia en términos jurídicos nuestras respectivas entidades puedan mantener una relación correcta", para lo cual Armenter cree "sinceramente" que procede una rectificación del alcalde Ballart.
La compañía detalla las expresiones de la primera autoridad municipal que considera ofensivas: "recibo presiones y amenazas por la cuestión del agua" ; "nos hemos encontrado con muchos impedimentos, muchas obstrucciones, presiones y propuestas unilaterales y, en algunos casos, ilegales"; "nos condicionan el hecho de pasarnos información a crear una empresa mixta y eso se llama chantaje". También su respuesta a la petición de que detallara las presiones de que estaba siendo víctima: "Amenazas, anónimos, extorsiones en mi casa, llamadas, propuestas que infringen la ley…", afirmaba el alcalde la pasada semana.