Saltó la verja, entró en una nave y robó moldes de aluminio. Unos cuantos. Un botín metálico de más de 33.000 euros de valor que, al cabo, fue recuperado por los Mossos d’Esquadra. El ladrón ha sido condenado a una pena de quince meses de prisión.
Ya había empezado la oleada de robos de metal que se cebó sobre todo en el cobre. Pero también en el aluminio, cuando los cacos tenían a tiro este material. El 12 de marzo del 2012, pasados unos minutos de la medianoche, un ladrón asaltó una empresa dedicada a la producción de equipos de estética. La nave estaba ubicada en la avenida de Santa Eulàlia.
Llegan los Mossos
El ladrón entró en el recinto luego de saltar una verja, con la intención de apoderarse de los moldes, pero no consiguió llevarse el botín. La razón: agentes de los Mossos d’Esquadra llegaron a la empresa minutos después y recuperaron los objetos sustraídos. Una testigo del asalto había dado la voz de alarma a la policía. Ella misma, y los dos agentes que se personaron en el lugar de los hechos, declararon con contundencia que el procesado había brincado para salvar tanto la referida reja como una puerta, para apoderarse del aluminio.
Hubo, pues, un delito de robo con fuerza, indica la Audiencia Provincial para confirmar la sentencia del juzgado de lo penal terrassense que había condenado al encausado a quince meses de prisión.