El gobierno municipal llevará al pleno de octubre la extinción del contrato del servicio de abastecimiento y suministro del agua otorgado a Mina en 1941. El próximo 9 de diciembre vencen los 75 años de la concesión, momento en que la compañía deberá revertir al municipio todos los bienes y servicios imprescindibles para garantizar que el agua sigue llegando a los hogares y las empresas con el nuevo operador.
El dictamen pasó el lunes por comisión informativa, donde por primera vez trascendió el listado de bienes que la administración considera revertibles y en consecuencia deben pasar a manos municipales.
El Ayuntamiento entiende que Mina debe revertir toda la infraestructura vinculada al servicio del agua, con dos únicas excepciones: las oficinas y los terrenos de la calle Societat y 8 pozos propiedad de la concesionaria, concretamente los tres de Can Parellada, los cuatro situados en el sector de Can Guitart y el pozo de la calle Societat.
El Ayuntamiento entiende que ni las oficinas ni esa red de pozos son imprescindibles para la prestación del servicio, de manera que continuarían en manos de Mina cuando el resto de bienes reviertan al Ayuntamiento.
La reversión y la posterior liquidación económica forman parte del procedimiento del final de la concesión, que en los próximos dos meses se materializará. En el listado de bienes revertibles figuran la red de cañerías de impulsión y distribución, la maquinaria, herramientas y vehículos destinados al servicio, así como los equipos informáticos, técnicos y de telecomunicaciónes y telecontrol.
A nivel de instalaciones, el listado incluye las instalaciones de Abrera, tanto las de captación de agua del río Llobregat como las de elevación y transporte hasta la planta de tratamiento, los depósitos, las plantas potabilizadoras, la central elevadora, el laboratorio y las oficinas.
Al final de la concesión le corresponde a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) revisar los títulos de concesión de esa planta, que pasarían de Mina al Ayuntamiento, para "más tarde acabar revirtiendo a Aigües Ter Llobregat", comentó el gobierno en comisión.
El ejecutivo explicó que ha hablado del tema con el ACA " y nos han dicho que en este momento no están en condiciones de asumir la gestión de la planta de Abrera, aunque su voluntad es hacerlo en el futuro". Cuando eso ocurra ATLL. como concesionaria autonómica, asumiría el abastecimiento en alta y el Ayuntamiento el suministro en baja, directamente a los hogares.
También revertirán las instalaciones de Can Boada, incluidos depósitos y estaciones elevadoras, las de Can Poal, Els Bellots, Sulleva, Can Colomer, Grípia (este y alta) y Can Palet de Vista Alegre. También las instalaciones de Can Parellada y Can Guitart, donde los pozos permanecerán en manos de Mina pero la red de distribución, "financiada con las tarifas del agua", revertirá al Ayuntamiento.
A preguntas del portavoz popular Alex Rodríguez sobre cómo se abastecería los vecinos de Can Parellada si el pozo sigue en manos de Mina, el director de servicios de Medio Ambiente y Sostenibilidad Marc Cadevall explicó que "podemos recurrir a otras fuentes de abastecimiento, como ATLL, y también llegar a acuerdos con Mina".
Por lo que respecta al parque inmobiliario e instalaciones, se consideran bienes no revertibles las oficinas de la calle Societat y el pozo. Si pasarían a manos municipales las instalaciones de ese sector y las de Can Boada, así como el laboratorio de la calle del Nord, entendiendo como tal el instrumental para el control analítico y de calidad del agua, no el edificio y el solar, de propiedad privada.
El pleno de octubre votará la extinción del contrato con Mina y la consecuente reversión de bienes. El ejecutivo ha querido acompañar el dictamen de una relación de instalaciones que deje claro cuales son los elementos afectos al servicio y evitar así un recurso de Mina argumentando indefensión si no disponía de un listado concreto.
Trámite de audiencia
Los portavoces de TeC y la CUP Xavier Matilla y Maria Sirvent, mostraron su disconformidad con la estrategia municipal. "No es necesario detallar los bienes, nos exponemos a un contencioso", dijeron.
De hecho todos los grupos dan por hecho que Mina no aceptará el listado municipal de bienes revertibles y acabará llevando el tema a los tribunales. El Ayuntamiento abrirá trámite de audiencia y dará oportunidad a la concesionaria y al ACA para que presenten alegaciones si lo estiman oportuno.
Recursos al margen, la reversión deberá ser una realidad el 9 de diciembre, momento en que el Ayuntamiento recuperará la titularidad y cederá de nuevo los bienes e instalaciones a Mina durante los 6 meses de prórroga forzosa acordada por pleno. Al final de ese periodo será el nuevo operador el que se haga cargo de la concesión y sus infraestructuras.