Eva Yerbabuena visitará nuestra ciudad la próxima semana para presentar uno de sus espectáculos más personales y con más solera, "Lluvia." La bailaora, Premio Nacional de Danza 2001, es una de las grandes protagonistas de la recta final de la Temporada de Danza 2016 en el Centre Cultural Terrassa.
¿Qué nos puede explicar de "Lluvia", el espectáculo que le trae a Terrassa?
Es un espectáculo que se estrenó en 2009 en el Festival de Jerez… Fue una noche muy especial, y eso no me ha vuelto a pasar. Desde que empieza hasta que acaba, "Lluvia" hace mucho hincapié en la incomunicación, en el no entendernos, en la melancolía… Es un espectáculo muy profundo que también tienen una parte de alegría, como cuando uno se ríe de sí mismo. No es un espectáculo fácil.
Incluye también una coreografía en lengua de signos, ¿cómo la preparó?
Estuve en la Once de Sevilla para ver y obbservar, y hablar con los niños y con gente mayor. Estuve con discapacitados visuales, y también con gente que tampoco podía oír ni hablar. De todo eso habla también "Lluvia", a través del flamenco.
Por cierto, ¿realmente hay lluvia en el espectáculo?
No (ríe), sólo en las fotos de promoción. Pero es extraño, casi siempre hay lluvia en cada lugar al que vamos! Yo soy una mujer que ahora empiezo a valorar la lluvia, soy muy de sol. Pero el espectáculo nació de un día muy muy gris, con una lluvia de aquellas que van calando, muy fina. Fui partiendo de la idea de entrar en un sitio que desconoces, y lo diferente que resulta una cosa que crees que va a ser maravillosa y es lo contrario. Ese día empecé a escribir, me gusta hacerlo a veces, y así nació "Lluvia."
Es por tanto un espectáculo muy personal, ¿no es así?
Parte de sentimientos muy profundos, del querer y poder, del amor, el desamor, la soledad, de cuando el amor se rompe y quedan otras cosas, de la convivencia, de lo que ha sido y pudo llegar a ser… Es un pelín melancólico, un espectáculo en el que he visto llorar a hombres, emocionados: los hombres también lloran aunque a veces traten de ocultarlo.
Otro elemento importante del espectáculo es la música, firmada por Paco Jarana. ¿Qué nos puede explicar de esa "banda sonora"?
El espectáculo empieza con un silencio brutal, con el cuerpo de baile quieto, inmóvil. La escenografía reproduce una fachada en la calle, como de una casa, y yo empiezo a entrar. Comienza a sonar un trémolo de Paco, con percusión, y tablas indias. Luego viene una taranta, una milonga. Son músicas que me ayudan a expresar lo que puede provocar la incomunicación, y la separación sin llegar a la aversión, con algún lapsus sobre el tema del vínculo con la gente y lo importante de que haya siempre alguien ahí.
¿En qué medida ha influido usted en la composición musical?
Hay un abanico bastante amplio de palos del flamenco… Siempre tienes claro más o menos lo que te gustaría hacer. Procuras que sean diferentes, no repetir los mismos bailes. En este caso hay unas tarantas creadas para la lluvia, o una fantasía musical preciosa.
¿Qué función cumple el cuerpo de baile en un espectáculo que parece tan introspectivo?
Es aquella gente que tenemos alrededor, que nos mira, observa… Algún bailarín simboliza la pareja, el alejamiento, y hay mujeres que simbolizan la mujer más sumisa y otra la mujer más arriesgada, inconformista. Todo eso se va viendo a lo largo del espectáculo.
En su caso, ¿encuentra la inspiración en otro tipo de baile o bailarines aparte del flamenco?
Todos nos observamos los unos a los otros. Cuando escucho la música intento dejarme llevar, pensar en qué me hace sentir, y siempre hay cosas en la memoria que están ahí. Soy de las que opinan que ya está todo inventado, lo importante es expresarte de la manera más personal posible. Me gusta ver todo tipo de espectáculo, danza clásica, visitar museos, conocer espacios escénicos; todo eso enriquece y acaba aflorando.
Usted alterna en la actualidad las funciones de "Lluvia" con otros dos espectáculos… ¿Tiene tiempo para crear?
Conforme vas trabajando tu cabeza ya está en otro sitio. De uno a otro espectáculo siempre hay una semilla, aparece una nueva idea. Me apasiona la creación y cada vez me lo paso mejor dirigiendo. Es una forma de ponerte a ti misma nuevos retos y límites, y en un futuro me gustaría dedicarme.