Los ayuntamientos vallesanos elaboran en estos momentos sus presupuestos y el Consorci de Residus inicia una ronda de contactos para informarles del encarecimiento que el tratamiento de residuos experimentará el próximo año, fruto del incremento del canon autonómico.
El objetivo es que los gobiernos locales tengan en cuenta la subida al redactar las ordenanzas fiscales y las cuentas de 2017, explican desde el Consorci. La iniciativa, sin embargo, se aprecia también como un gesto de apoyo explícito a los ayuntamientos que opten finalmente por subir la tasa.
A partir de enero, la Generalitat penalizará cada tonelada de fracción resto (contenedor verde) que acabe en el vertedero con 10,9 euros más. Es decir, los 77,89 euros que los municipios vallesanos abonan actualmente al CTR pasarán a ser 83,67 euros. La subida es de 5,78 euros y no los 10,9 del canon porque éste se aplica sólo a los residuos que van a parar al depósito controlado, el 53% del total de la basura que se trata en el CTR.
El Consorci de Residus advierte que el del canon puede no ser el único encarecimiento que registrará en 2017 la factura municipal de los residuos. Con el aumento del consumo generamos más basura, a razón de entre un 3 y un 4 por ciento anual, un factor que ya está disparando los costes.
Más basura
Concretamente el año pasado el volumen de la fracción resto aumentó un 3,5 por ciento y los datos provisionales de 2016 apuntan a un nuevo incremento de residuos superior al 3 por ciento. Eso supone la entrada de 5 mil toneladas más de fracción resto al CTR.
El Consorci apunta un tercer condicionante económico, relacionado con los contratos que el organismo comarcal tiene con los diferentes concesionarios del servicio, que pueden encarecerse. Los precios definitivos se aprobarán en noviembre.
En ese escenario de mayor gasto, los municipios deberán decidir ahora si el encarecimiento de la factura del tratamiento de los residuos la repercuten en la tasa que abonan los ciudadanos. El Ayuntamiento de Terrassa aún no ha cerrado su propuesta fiscal, pero ya ha anunciado su intención de que la tasa de residuos aumente por encima del 1% que propone para el resto de tributos.
En 2015 el ejecutivo local ya propuso una subida del 5% en la tasa de residuos, iniciativa que tuvo que retirar al quedarse en minoría. Este año ha preferido esperar y buscar el consenso. El gobierno de Jordi Ballart insiste en que la actual tasa cubre sólo el 75% del coste real del servicio.
Horizonte 2020
El debate sobre el coste del tratamiento continuará vivo los próximos años, en los que tratar y eliminar la basura nos saldrá aún más caro. Y es que la Generalitat continuará aumentando la presión del canon como mínimo hasta 2020.
La subida de los próximos años no será tan acentuada como la de 2017, pero seguirá incrementando el recibo a una media superior a los 5 euros por tonelada. Las previsiones son de 5,6 euros en 2018, 5,7 euros en 2019 y 5,8 euros en 2020.
El próximo año el destino de los residuos también estará sobre la mesa. La proximidad del cierre del depósito de Coll Cardús ha obligado a buscar una alternativa para la basura y la solución nos sale desde el pasado mes de agosto 1,85 euros más cara por tonelada.
La fracción resto procedente del CTR viaja desde el verano al depósito controlado de Pujalt, en la comarca de l’Anoia y puede hacerlo también a la planta de valorización de Constantí, en Tarragona. El Consorci de Residus llegó a un acuerdo con el grupo Griñó, propietario de ambas instalaciones. La empresa adquirió el grupo Hera finales de 2015 pasando a ser el nuevo gestor del depósito de Coll Cardús y socio mayoritario en la UTE que gestiona el CTR.
El contrato con Griñó tiene una duración de sólo un año, de manera que el próximo verano los municipios del Vallès Occidental volverán al punto de partida y tendrán que decidir de nuevo cual es el destino de su basura.
El presidente del Consorci de Residus del Vallès Occidental, Ricard Torralba, asegura que su equipo sigue “evaluando las distintas opciones y valorando costes”, desde la premisa de que los 1,85 euros cargados a las tarifas en agosto por el encarecimiento del transporte “no son irreversibles”.
Para entonces ya se sabrá su el enésimo asentamiento del depósito de Coll Cardús permite nuevos vertidos. La Generalitat debe autorizar antes de fin de año el calendario definitivo de cierre a partir del Proyecto de Restitución Porfológica que presentarán los gestores.