El grupo municipal de ERC-MES está dispuesto a negociar con el equipo de gobierno su apoyo a las propuestas de ordenanzas y presupuestos, pero desde una óptica distinta a la del intercambio de votos por partidas concretas. Los republicanos quieren hablar de políticas, de políticas públicas y de su impacto en la sociedad.
"No queremos entrar a debatir los grandes números o el control contable del presupuesto; queremos hablar de programas, de lo que se gasta y del impacto que tienen esas políticas", señaló ayer Isaac Albert, para afirmar a continuación que "no siempre el éxito de una política pública está ligado a su importe". El portavoz republicano considera que "es necesario analizar si el dinero que destinamos a servicios sociales, cultura o educación están funcionando y si merece la pena que sigamos desarrollando esos programas o hay que cambiarlos".
El grupo no tiene intención de boicotear la aprobación de las cuentas para el ejercicio de 2017, pero tampoco está dispuesto a facilitarla "siendo cómplices de la mediocridad del día a día". Terrassa, comentó ayer, "necesita ordenanzas y presupuestos, pero, sobre todo, necesita políticas activas que funcionen y que transformen la realidad". En resumen: "Queremos hablar de política y no de euros", señaló Albert.
Camuflarse en tecnicismos
La ausencia de visión y ambición política es la principal crítica que hacen los republicanos al equipo de gobierno. De hecho, Albert denunció que en las comisiones informativas "quienes lideran la discusión son los técnicos". Concretamente, el edil se refirió a la última reunión sobre ordenanzas fiscales donde se debatió acerca de la nueva valoración de las calles a efectos fiscales. En función de esta clasificación, el impacto en la recaudación puede ser prácticamente nulo o suponer un incremento de medio millón de euros. "La falta de política es tal que incluso cuando una decisión técnica tiene un impacto en la recaudación se intenta solucionar con una respuesta técnica y no política", denunció. Albert aseguró que como al equipo de gobierno no le interesa la repercusión que esa revisión tiene en el impuesto de actividades económicas (IAE), "en lugar de tomar una decisión política al respecto, la transforma en una decisión técnica" al crear una nueva categorización de calles que tiene un menor impacto.
El edil también criticó que no haya una decisión tomada acerca de la tasa de residuos. El Consell Comarcal ha remitido una nota a los municipios señalando a todos los grupos políticos la conveniencia de "trabajar conjuntamente para acercar la recaudación al coste" del servicio de recogida y tratamiento de la basura. En Terrassa, la tasa cubre el 70% del coste.
Albert estaría dispuesto a hablar de una posible subida del tributo si hubiese una propuesta política del equipo de gobierno, en la que se abordase no sólo el incremento, sino que también se discutiese el sistema de bonificaciones, las partidas para hacer pedagogía entre la población, la calidad del servicio de recogida o la limpieza de los contenedores. Los republicanos se quejan de que el PSC no quiere tomar una decisión al respecto por el coste electoral que les pueda acarrear.