Terrassa

Agredió a su madre dos veces durante la noche de Fin de Año

El Fin de Año del 2015 fue duro para la familia, atravesada por un episodio de violencia. Por dos, en realidad, en pocas horas. Por dos agresiones de una mujer a su madre, a la que empujó contra un mueble. La hija, la agresora, había bebido y su embriaguez atemperó la pena que le impuso un juzgado de Terrassa y que confirmó la Audiencia Provincial: siete meses y dieciséis días de prisión, una orden de alejamiento y una indemnización de 270 euros.

A las siete de la tarde del 31 de diciembre, la acusada se presentó en casa, en la vivienda que compartía con su madre. Había bebido alcohol, "cierta cantidad", según señalan las sentencias. De hecho, padecía un trastorno por consumo de sustancias alcohólicas.

La madre y ella empezaron a discutir y la situación subió de temperatura en la vivienda. La madre agarró un teléfono para llamar a otra hija, y entonces la procesada la agredió. La agarró de los hombros y la empujó con los puños contra un mueble, según especifican las resoluciones judiciales.

Una tregua
La policía fue informada del alboroto y unos agentes se presentaron en el domicilio. La trifulca acabó, pero poco después se iba a reanudar. La hija aceptó marcharse de la vivienda familiar y pasar fuera de casa aquella noche, la de Fin de Año. Pero no tardó mucho en volver, apenas unas horas.

A las 3.40 de la madrugada del 1 de enero entró de nuevo en el domicilio. Y se desencadenó otra refriega, con la acusada profiriendo insultos a su progenitora. La volvió a acometer. La cogió de los brazos, otra vez, y otra vez la tiró contra un mueble del comedor cuando la víctima trataba de llamar a la policía. La madre sufrió hematomas en los brazos, según el parte médico de urgencias. Un informe forense apreció lesiones en la mano derecha. El teléfono móvil se rompió.

El juzgado de lo penal número 2 de Terrassa juzgó a la procesada y la consideró culpable de un delito de malos tratos continuados en el ámbito familiar, y le impuso una pena de siete meses y dieciséis días de prisión.

Orden de alejamiento
El fallo incluía una orden de alejamiento: la acusada no podía acercarse a menos de quinientos metros de la víctima durante dos años. Tampoco podía comunicarse con ella y debía pagarle 270 euros de indemnización: 210 euros por las lesiones padecidas y sesenta por los daños del teléfono.

La procesada recurrió la sentencia, pero no ganó la apelación. La Audiencia Provincial ha confirmado la resolución primera: asegura que los hechos se produjeron tal y como constaba en la primera resolución y considera "bien razonada y valorada" la pena impuesta.

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