Cuando parecía que la tensión que rodea el final de la concesión del agua a Mina no podía subir más enteros, el alcalde daba ayer un paso más en su denuncia de obstrucciones al proceso. Jordi Ballart aseguró en declaraciones a el diario El Punt Avui que la concesionaria “condiciona el hecho de pasarnos información a crear una empresa mixta y eso se llama chantaje”.
El alcalde asegura que el Ayuntamiento se ha encontrado “con muchos impedimentos, muchas obstrucciones, presiones y propuestas unilaterales y, en algunos casos, ilegales”.
Esa circunstancia se habría dado en el ámbito institucional y también en el personal. De hecho, Ballart asegura dudar en este momento de si repetirá como candidato a la alcaldía del PSC después de las últimas semanas de tensiones, en las que asegura haber recibido “amenazas, anónimos, extorsiones en mi casa, llamadas, propuestas que infringen la ley… Los pactos en despachos, a escondidas de la ciudadanía y sin transparencia no son el terrassenquismo que yo defiendo”, apunta el edil en la entrevista a El Punt Avui.
Denuncia
Las declaraciones de Ballart generaron ayer una tormenta política en medios de comunicación y en redes sociales, donde desde el concejal de ERC Carles Caballero le pedía al alcalde que, si ha recibido amenazas, “debe ir a los Mossos d’Esquadra y presentar una denuncia. Si no lo hace, está consintiendo”, afirma el republicano.
Por su parte el portavoz de Terrassa en Comú, Xavier Matilla, calificaba de “impresentables” las amenazas al alcalde, al que sugería que “la única manera de pararlas es denunciar públicamente quien las hace”.
En pleno tifón mediático, Ballart prefirió ayer callar. El alcalde declinó hacer ninguna declaración más respecto al episodio de las amenazas y se centró en una apretada jornada institucional y política.
Esta no es la primera denunciasobre las obstrucciones al proceso. En julio todo el Consistorio, a excepción del PP, acusaba a Mina de obstaculizar el final de la concesión al no aceptar la titularidad pública del servicio y judicializar las decisiones municipales.
Desde entonces, el debate sobre el futuro modelo de gestión del agua no ha hecho más que tensionarse. El último episodio lo protagonizaba el ex alcalde de Terrassa, Manuel Royes, al defender la buena gestión de Mina al frente del servicio y abogar por su continuidad. En el mismo sentido se expresaron la patronal Cecot, la Cambra de Comerç y la Cambra de la Propietat.
En este contexto, el proceso del agua sigue su curso en el Ayuntamiento, donde el pleno de septiembre aprobó iniciar la liquidación de la concesión del suministro del agua a Mina y prorrogar el contrato durante seis meses, hasta junio. El Consistorio quiere ganar tiempo para una reversión ordenada de bienes y servicios y con el objetivo de consolidar el nuevo modelo de gestión.
En este momento, la opción de la gestión directa por parte del Ayuntamiento tiene mayoría política en el pleno, donde PSC (9), TeC (6), ERC (4) y CUP (1) suman apoyos suficientes para la municipalización del agua.
Desde un punto de vista formal, sin embargo, el debate sigue abierto. En las próximas semanas la comisión político técnica encargada de evaluar la viabilidad de todos los modelos de gestión (privada, mixta y pública) emitirá su informe, que será debatido en el pleno. Este estamento no está cualificado para elevar propuestas al plenario, de manera que probablemente será otra comisión, aún por crear, la que formalmente elaborará el dictamen, con una sola propuesta, que sí votarán los concejales.
El equipo de gobierno pretendía someter a votación el nuevo modelo de gestión del agua en noviembre, para lo cual la comisión político técnica debería tener cerrado su informe en octubre.
Todo indica que no será así. En este momento se está trabajando a fondo en los dictámenes económicos sobre la viabilidad y la sostenibilidad de los distintos modelos. La ley obliga a los municipios que opten por municipalizar servicios o crear nuevas empresas que justifiquen con una memoria económica que esa es la mejor opción.
Lo más probable es que el proceso se retrase en el calendario y el histórico pleno de la municipalización del agua sea el de diciembre.