La delegación del Col·legi d’ Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’ Edificació (Caatee) del Vallès Occidental cumple veinticinco años por lo que su fiesta anual, que se celebra hoy, tendrá un carácter especial. En esta entrevista, el delegado comarcal, Bernat Navarro, elegido justo hace un año, pasa balance y avanza algunos de sus objetivos, como lograr una mayor implicación de los colegiados, buscar líneas de colaboración con los municipios y tener mayor proyección social y ciudadana.
¿Qué valoración hace de estos 25 años de la delegación territorial de los aparejadores?
Hemos intentado dar cobertura a todo el territorio que es el Vallès Occidental y tener presencia en todos actos y actividades, colaborando y dando apoyo. La delegación renovó la junta el año pasado y yo estoy al frente desde entonces. Lo primero que he hecho ha sido visitar todos los alcaldes y concejales de Urbanismo de la comarca. A día de hoy sólo me faltan tres municipios que son Setmenat, Sant Llorenç Savall y Gallifa. El objetivo es que la delegación, aunque tenga sede en Terrrassa, estreche relaciones con todos los municipios de su ámbito y, por supuesto, representar a todos los colegiados. Ahora es un buen momento porque la situación empieza a remontar y hay más actividad.
¿Cómo han vivido la crisis en la construcción?
Yo soy joven, tengo 32 años. Empecé a desarrollar mi carrera profesional como arquitecto técnico hace siete u ocho años justo con el inicio de la crisis por lo que me ha tocado de fondo. Han sido años duros para los colegiados y profesionales y también para el colegio. Pero hemos notado un cambio a mejor. Ahora mismo las cifras que tenemos son buenas, son al alza. Por tanto podemos dar un mensaje positivo a nuestros colegiados.
¿ Cómo se han adaptado a esta larga etapa de recesión económica?
El aparejador tiene un amplio abanico de competencias y atribuciones por lo que ha sido más fácil adaptarnos que en otras profesiones. La crisis nos ha servido para abrir puertas a unos sectores que no eran básicamente los nuestros pero en los que podíamos trabajar porque teníamos capacidad. Hemos entrado, por ejemplo, en el sector de actividades, en aperturas de tiendas, de bares, pequeños comercios… En estos proyectos solíamos hacer la parte de obra pero ya hace tiempo que nos encargamos de todo el trámite legal, algo que la ley ya permitía. También es cierto que el cliente ha visto con buenos ojos el depender solo de un intermediario y centralizar la actividad en una sola persona. También nos hemos adentrado mucho en el tema del interiorismo, especialmente gente joven titulada. Y también en certificados de célula de vivienda, certificados energéticos y en inspecciones técnicas de edificios. (ITE).
¿Han tenido que reciclarse?
En la delegación siempre teníamos un apartado de formación pero en los últimos años ha costado cubrir las plazas. Este es un problema que hemos puesto en común con arquitectos e ingenieros y que queremos solventar conjuntamente organizando cursos a la carta a nivel intercolegial. ¿Qué formación es la necesaria hoy? Sobre todo la enfocada a temas de sostenibilidad y eficiencia energética, así como al "BIM" que hace referencia a un nuevo modelo de trabajo tanto de proyecto como de obra asociado a programas informáticos. El BIM es cambiar el sistema de trabajo tradicional de 2D a un archivo unificado de modelado 3D. De esta materia se hacen cursos en el colegio de Barcelona y están desbordados.
¿Qué proyectos tiene la delegación para su mandato de cuatro años?
Nos gustaría que el colegio tuviera más representación en el territorio y hubiera más implicación con los colegiados. Para lo primero estamos realizando estas entrevistas en ayuntamiento y para lo segundo hay que pensar en un programa de actividades que sea suficientemente atractivo.
¿Las nuevas tecnologías que permiten el visado electrónico han reducido el contacto presencial?
Hemos preguntado sobre ello a nuestros colegiados para el documento conmemorativo de estos veinticinco años. Algunos han dicho que ven el futuro del colegio muy digital y otros igual que ahora. Yo defiendo la necesidad de salir del despacho y tener lugares de encuentro presenciales para reflexionar, intercambiar opiniones y participar de actividades.
¿Les gustaría tener más presencia en el tejido asociativo ciudadano?
Sí. Hacemos actividades sociales pero han quedado discretas. Debemos articular alguna fórmula. estamos en el Vapor y este espacio por si solo es un motor de promoción social porque hay estudiantes y afluencia de gente a muchos actos. Y además tenemos al lado la delegación comarcal del Col·legi Oficial d’ Arquitectes con la que nos une la línea de trabajo y también la inquietud de proyectarnos a la ciudad.