La mujer no sólo conducía, parece, en estado de embriaguez cuando su coche se estrelló contra otro estacionado. No tenía carné de conducir y, para colmo, se negó una y otra vez a soplar en las pruebas de alcoholemia. Y terminó en los calabozos, detenida por la negativa y por un delito contra la seguridad vial. Ocurrió ayer en Can Tusell.
Eran las 3.35 de la madrugada cuando varios testigos alertaron a la Policía Municipal: un coche había colisionado contra otro que estaba aparcado en la confluencia de la carretera de Matadepera con la calle de Roig Ventura y parecía que la persona que manejaba el vehículo quería marcharse del lugar.
Una dotación policial acudió a Can Tusell. Tan pronto llegaron, los agentes vieron el coche sospechoso y observaron en su interior a una pareja, ambos con síntomas de ebriedad. ¿Quién había conducido el vehículo?, preguntaron los guardias. Los dos ocupantes se negaron a dar información, pero unos testigos sí reconocieron a la persona responsable del accidente.
Los guardias la instaron a realizar los tests de alcoholemia, pero ella se negó tantas veces como fue requerida. Mientras tanto, la policía indagó acerca de los datos de la conductora y supo que no tenía ningún permiso de conducción. La mujer fue detenida por su presunta implicación en un accidente mientras iba ebria al volante, por la negativa a hacer las pruebas y por conducir careciendo de carné. El automóvil quedó inmovilizado en el depósito municipal.