Terrassa

La fiesta ciudadana del arte

La gente no sabía que había autores de cómic en Terrassa, y los ha descubierto en esta Fira del Dibuix", decía eurófico, al cierre de ésta, el domingo, Dani Zarzuelo. Y vale la afirmación como compendio de una edición, esta 38, que fue prólija en descubrimientos, el primero quizá el potencial que alberga esta feria anual organizada por Amics de les Arts, una vez decidida a introducir novedades y explorar nuevos territorios. La incorporación del cómic, la fotografía y la ilustración, el concurso de instagram y la presencia de los "urban sketchers" le dieron un ambiente nuevo, más animado y más joven, y seguro que influyeron en la gran afluencia de público que la Plaça Vella registró durante todo el día.

Para los "urban sketchers", esa comunidad de dibujantes que cada dos semanas quedan en un lugar de Terrassa para plasmarlo, Amics de les Arts había dispuesto cincuenta cartulinas, y fueron 57 los que presentaron, algunos venidos desde Tarragona. Tuvieron que entregarlas a las dos de la tarde, habiendo realizado en ellas su dibujo de la feria, para entrar en un sorteo y en la próxima exposición de las obras que se realizará en la entidad.

¿Y eso de dibujar, en una feria de arte, la misma feria, es dificil? "No, si no hacer un realismo estricto; porque no dibujamos la gente. Se trata de hacer un sketch", concidían Carme Aguilera, Cloe Pérez y Ramon Majón, sentados casi en la esquina con la calle de la Font Vella.

"En los encuentros, cada uno lleva su libreta, y dibuja en el estilo que quiera. Luego exponemos los dibujos en el suelo, los fotografiamos y se cuelgan en las redes sociales", nos explicó Marta Palmero, coordinadora de los "usk Terrassa". Marta Palmero, además, tenía puesto en la feria, por primera vez. "Después de todo un año conociendo gente de ‘usk’, me he atrevido." Llevaba acuarelas, todas de temas de animales, y a primera hora de la mañana ya había vendido. "La mayoría de la gente que ha pasado con perro, me ha pedida la tarjeta para hacerme un encargo."

Debutantes y veteranos
Unos metros por detrás de la debutante Marta Palmero, tenía su puesto el participante más veterano y acérrimo: Eduard Rosell Gil. A sus 93 años, ha participado en la Fira del Dibuix de Terrassa en todas sus 38 ediciones, salvo dos en que se encontró enfermo. En esta edición, "como siempre, he traído algunas cosas nuevas, de Terrassa, Rupit, Monells, Madrid, Mallorca, en tinta china, acuarela, lápiz".

La mayoría de artistas consultados coincidían en afirmar que había ido bien y se había vendido. "Algo más flojo que el pasado año, pero mucho mejor que lo que era entre 2008 y 2013, cuando se vendía poco o nada", resumió Daniel Vorama, del Montseny, que lleva veinte años acudiendo a la feria.

Contacto directo con el público
Había un puesto en el que las obras expuestas no estaban a la venta: el del grupo fotográfico de Amics de les Arts. Por primera vez en la feria, y muy satisfecho, "porque hemos podido explicar a mucha gente lo que hace en la vocalía", señaló Clàudia Borràs. "La gente se ha interesado por lo que hacemos." A su lado, otro puesto con fotografía, el de Carme Busqueta. "Me ha ido muy bien, no tanto por ventas como por encargos", afirmó esta artista. "Volveré el año que viene, y me da pie a mirar ferias de otros lugares. Me ha gustado mucho el contacto directo con la gente".

"Somos la parada más simpática. La gente ríe mucho aquí, aunque no preguntan por el precio (entre treinta y cuarenta euros", afirmaba, ante originales de sus chistes, el dibujante e ilustrador Martí Có. En el puesto de al lado, Joan Mundet, Dani Zarzuelo y Juan Aguilero no dejaron durante todo el día de vender originales, realizar dibujos y firmar obras. "Hemos conseguido plenamente lo que buscábamos: hacer patente que el cómic también es cultura y un arte", afirmó su coordinador, Ernest Urdí, de la librería L’Andròmina. "Ha habido mucha asistencia, de todas las edades, y muchos niños." "El objetivo de difundir el cómic a Terrassa se ha conseguido plenamente. Nos hemos hecho más visibles, y la respuesta del público demuestra que existe interés. Todos los niños se paraban a ver las obras ", afirmó Dani Zarzuelo, que traía su última publicación, "Little Penna y el circo de los dragones". Para Juan Aguilera, que vino con su autoeditado "Espadas del fin del mundo", "ha sido una experiencia muy bonita".

To Top