Su vehículo circulaba tan lento que despertó la atención de unos agentes y el conductor terminó imputado, ayer, porque iba bajo los efectos de sustancias alcohólicas: multiplicó por tres los niveles máximos legales. Los agentes que lo vieron lo siguieron unos cientos de metros, desde el polígono de Can Petit hasta las proximidades de Mossèn Homs.
El conductor fue cazado ayer, a la 1.30 de la madrugada, en la avenida de Font i Sagué, cerca de la rotonda con la carretera de Castellar, en Can Petit. Unos guardias que patrullaban por el sector observaron la inusual lentitud con que transitaba un automóvil. Se acercaron al vehículo e hicieron indicaciones a la persona que lo manejaba, para que se detuviese.
Cuando el conductor vio el coche patrulla, aceleró, lo que acrecentó las sospechas de los policías municipales. Éstos siguieron el coche y lo pararon en el camino de Mossèn Homs. No tardaron los guardias en apreciar que el individuo presentaba signos de embriaguez. Tuvo que soplar.
Las pruebas
Primero efectuó el test de orientación. Luego, las pruebas de alcoholemia de precisión, que llevó a cabo en la Jefatura policial y que arrojaron resultados muy altos.
Según la policía, los niveles obtenidos en los tests triplicaban la tasa máxima permitida por la normativa. Así, el infractor fue imputado como presunto autor de un delito contra la seguridad del tráfico. Los agentes inmovilizaron el automóvil.