María Ángeles Rubio oyó que alguien llamaba a la puerta de su casa a las cuatro de la madrugada. Soñolienta, en un principio no vio el humo que se adentraba en el hogar procedente de la calle, donde ardían dos coches. "Salga, salga", le dijo un policía. A los pocos minutos, María Ángeles y tres vecinos del mismo edificio eran trasladados al Hospital de Terrassa. Habían sufrido intoxicaciones, parece que leves, por inhalación de humo. El incendio se desencadenó ayer en el sector de Can Boada Casc Antic.
Los bomberos supieron del incendio a las cuatro de la madrugada: había un fuego en la vía pública, en la plaza de Josep Pla, a unos diez metros de la esquina con la calle de Germans Pinzón. Una dotación de Bombers de la Generalitat se desplazó al lugar donde dos vehículos, un Renault Mégane y un Citroën Saxo, eran devorados por las llamas. Al parecer, el incendio se originó en el Renault Mégane y se extendió al otro automóvil, estacionado justo detrás, a la altura del número 8 de la plaza.
Antes de la llegada de los bomberos, los agentes de la Policía Municipal que se presentaron en la plaza encontraron a un grupo de vecinos intentando apagar el incendio con una manguera. Entre unos otros, vecinos y guardias, con la manguera, un extintor y una manta, consiguieron controlar el fuego y evitar, según el cuerpo local, que prendiese también en un Seat León. La unidad de Bombers, que permaneció en el sector una hora, acabó de sofocar las llamas.
Asistencia sanitaria
María Ángeles, que reside en los bajos del edificio, pasó de la extrañeza por lo intempestivo de los golpes en la puerta al espanto al salir a la calle, conminada por la policía, y comprobar la humareda que reinaba en el exterior. "Era bestial", contó unas horas después, ya en su domicilio. La Policía Municipal dio aviso al SEM, que comisionó a tres ambulancias.
La mujer y otros tres vecinos, residentes estos en la primera planta del mismo edificio, recibieron asistencia sanitaria en el Hospital de Terrassa. Ayer, a media mañana, ya obtuvieron el alta después de someterse a las pruebas de rigor en casos de intoxicación por inhalación de humo. Según la policía, algunas de las víctimas formaban parte del grupo que contuvo el fuego en primera instancia.
Los primeros indicios sobre el origen del incendio apuntan a que fue intencionado. Las llamas destrozaron los dos coches y dañaron también la persiana de una vivienda, y las plantas y una pared en la terraza de otra.
La intervención de los servicios de emergencias en Can Boada Casc Antic llegó cuatro horas después de otra motivada por un incendio en un contenedor de basuras. La incidencia tuvo lugar a medianoche en la calle de Romania, en el barrio de Can Parellada.