Terrassa

Cardús: “Los nuevos horarios también son un ejercicio de soberanía”

Tenemos unos horarios nefastos, que perjudican la salud, perpetúan formas de desigualdad y perjudican el rendimiento escolar y la convivencia". Con estas palabras definió ayer Salvador Cardús la actual organización horaria, una realidad que el Consell Assessor per a la Reforma Horaria pretende revisar para, acercándonos al modelo europeo, "atender la actual complejidad social y mejorar el bienestar".

Cardús repitió ayer como ponente del acto institucional de la Diada de Catalunya en el Saló de Sessions, donde su discurso no dejó a nadie indiferente. Y es que Cardús analizó las rutinas que condicionan nuestra vida cotidiana, esas "estructuras del tiempo profundas e invisibles" que, además de marcar nuestro ritmo vital, "son de una extraordinaria rigidez y acaban en una dramática desorganización".

Doctor en Ciencias Económicas y profesor titular de sociología en la UAB, el ponente citó algunos casos que ejemplifican el fracaso de nuestro sistema horario: Trabajamos 250 horas más que los alemanes y estamos a la cola de Europa en eficiencia; el 25% de las mujeres abandonan el trabajo al tener hijos por la incompatibilidad horaria, lo que supone una pérdida del 0’5% del PIB en talento femenino; y con dos horas más de sueño, los adolescentes aumentarían un 50% el rendimiento en matemáticas.

Cardús insistió ayer en que un cambio en el sistema horario es factible y recordó que cuenta ya con la complicidad del Govern, del Parlament, las patronales, los sindicatos y el Consell Escolar. "Empezaremos por pocos cambios, sencillos, simultáneos y transformadores", novedades que desencadenarán otras como adelantar el "prime time" televisivo, la hora de comer…

No al fatalismo
El primer obstáculo para caminar hacia un modelo más europeo es "el fatalismo del nada podrá cambiar. Sabemos como hacerlo y es posible". Terrassa será además la primera ciudad donde arrancará el proceso participativo que implicará a la ciudadanía en el nuevo sistema horario.

"No es un problema de ganar tiempo -apuntó Cardús en la recta final de su discurso-, sino de utilizarlo de manera más eficiente". Es percibir el tiempo como "una nueva medida de libertad, un ejercicio de soberanía personal y colectiva".

En el discurso institucional de la Diada, al que asistieron los concejales, representantes de entidades e instituciones y el diputado Fabián Mohedano, presidente del Consell Assessor per la Reforma Horaria, Salvador Cardús cerró su intervención en clave nacional. Lo hizo para salvar la imagen del alcalde -bromeó- del que "muchos habrán dicho ¡qué listo!, invita a un independentista pero le hace hablar del tiempo".

El proyecto de la Reforma Horaria suma años de trabajo con la vista puesta en "un nuevo país". Y Cardús sostiene que "una manera de hacer un nuevo país es definir nuevos horarios. También es un ejercicio de soberanía. Porque se trata de ir a otra hora, la de Europa".

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