La compañía Endesa abastecerá de gas natural a partir de 2017 a los principales centros universitarios de Catalunya (Autònoma de Barcelona, Politècnica de Catalunya y Pompeu Fabra, entre otras) y a la Universidad Complutense de Madrid por un importe de 5,15 millones de euros.
La licitación, que se firmó recientemente en Barcelona, supone un total de 354 puntos de suministro distribuidos entre las 22 entidades universitarias y de investigación adheridas al grupo de compra del Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya (CSUC).
De los 354 puntos de suministro que compra esta adjudicación, 182 corresponden a entidades catalanas y 72 a la Universidad Complutenses de Madrid, con un volumen de 88 GWh y 56 GWh respectivamente.
El acuerdo ha sido firmado por el director de Grandes Clientes de Endesa, Juan José Muñoz Rueda, y el director general del CSUC, Miquel Puig. Con esta firma, Endesa se posiciona como el principal proveedor de suministro eléctrico y de gas natural de las universidades de Catalunya, así como de la Complutense de Madrid. Por otra parte, con este acuerdo, la compañía eléctrica se compromete a asesora y formar a las universidades en materia de eficiencia energética y pone a disposición del CSUC su experiencia y un equipo de profesionales expertos en la optimización energética a las universidades.
Estudio
Por otra parte, Endesa lleva a cabo un estudio para dar un segundo uso a las baterías de vehículos eléctricos en un laboratorio energético. La investigación se hace a cabo con la empresa Seat y en la misma colaboran la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), el Institut de Recerca en Energia de Catalunya (IREC) y el Centre d’ Investigació de Recursos i Consums Energètics (CIRCE).
La industria del vehículo eléctrico está en pleno desarrollo, con cada vez más modelos comerciales en el mercado, pero se siguen aunando esfuerzos para mejorar uno de los temas claves que son las baterías. Los primeros estudios han demostrado que, con diez años de vida, la batería para este tipo de coches ha perdido un veinte por ciento de rendimiento. Esta situación plantea la posibilidad de darle un segundo uso fuera del vehículo donde, al ochenta por ciento de su capacidad, pueda ser aún muy productiva.